31.07.2024 / POLÉMICA

Una diputada libertaria que visitó a Astiz rompió el silencio y dijo que no sabía quién era el represor

La diputada nacional de La Libertad Avanza, Lourdes Arrieta, admitió que se reunió con Alfredo Astiz, pero justificó su desconocimiento sobre la figura del represor, señalando que nació en 1993 y no vivió la época de los crímenes. "Nunca supimos que era a ver a los represores", aseguró.






La diputada nacional de La Libertad Avanza, Lourdes Arrieta, rompió el silencio tras la controversia generada por su participación en una visita a genocidas detenidos en el Complejo Penitenciario de Ezeiza. Arrieta, que se encontraba en la visita junto a otros legisladores oficialistas, aseguró que fue engañada sobre la naturaleza del encuentro y que no estaba al tanto de la identidad de los represores a los que se reunió.

La visita, organizada por el diputado entrerriano Beltrán Benedit, incluyó a varios legisladores de La Libertad Avanza, entre ellos Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo, Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta. El grupo se reunió con represores condenados por delitos de lesa humanidad, incluidos Alfredo Astiz, condenado a cadena perpetua.

En diálogo con MDZ Radio, Arrieta explicó que la visita había sido presentada como una actividad institucional y humanitaria destinada a evaluar las condiciones de los internos, sin especificar que sería en la Unidad 31 ni que se trataría de represores. “Nos dijeron que era una visita para conocer las condiciones edilicias y sanitarias de los internos. Nunca supimos que era a ver a los represores, y repudio completamente a esos individuos y cualquier acto de violencia, especialmente los delitos de lesa humanidad”, afirmó la diputada.

Arrieta admitió que se reunió con Alfredo Astiz, pero justificó su desconocimiento sobre la figura del represor, señalando que nació en 1993 y no vivió la época de los crímenes. “Estuve y hablé con Astiz. No sabía quién era ni quiénes eran los internos. Yo vi personas mayores, pero no conocía los nombres ni las caras. Fue un momento de angustia y decidí abandonar la reunión con Rocío Bonacci cuando nos sentaron frente a los internos”, explicó.

La diputada reconoció que tardó en salir a explicar lo sucedido debido a la angustia y el shock que experimentó tras la visita. Aseguró que se puso a disposición para que se investigue su conducta y votará a favor de la conformación de una Comisión Evaluadora de Conducta en la Cámara de Diputados.

Además, Arrieta defendió que la visita no estaba alineada con su agenda o proyectos personales, y enfatizó que la responsabilidad del evento recae en la organización y la presentación de la actividad como institucional. “Este tema nunca estuvo en mi itinerario de actividades. Hubo un juez que dictaminó que esos represores deben estar allí, y eso es lo único que importa”, concluyó.