Mauricio Macri aprendió, ya lejos de su intento de perfilarse como outsider en los 90´, los gajes de la rosca política y, tras sus días en el Congreso, sus mandatos como alcalde porteño y su paso por la Casa Rosada, su presente así lo demuestra:
tensionó al máximo con el Gobierno durante una semana para así poder derrotar a Patricia Bullrich en el PRO a riesgo de romper el partido que supo fundar y ahora abandonó la lujosa comodidad del abierto de Wimbledon, en Inglaterra, para venir al Pacto de Mayo de Javier Milei en Tucumán y tener que saludarse con la ministra de Seguridad.
El ex presidente será el único en haber ocupado ese cargo por el voto y estar presente en el festival de Milei. El sábado estuvo en el partido del argentino
Francisco Comesaña, que venía brillando pero con Macri en el estadio perdió contra el italiano Lorenzo Musetti. De hecho, fue ponchado por las cámaras de ESPN, cosa que motivó el interrogante acerca de si llegaría a la Argentina para asistir al acto en Tucumán.
El viaje original de Macri fue a España, donde el miércoles pasado participó en un evento liberal al que fue invitado. Su vuelvo de regreso hacia Argentina estaba previsto para este domingo, con aterrizaje el lunes por la tarde pero hasta este sábado aún no había confirmación sobre si, finalmente, iría a Tucumán.
Sin embargo, sólo aplicaba el misterio antes de confirmar que sabe jugar el juego de la casta, como Milei: para distender la cuerda que había tensado, aplicará cortesía y estará en la vigilia de este lunes en San Miguel de Tucumán para estrecharse en un abrazo diplomático con el líder libertario.
Así las cosas, se prevé la llegada de Macri al país este lunes, ya que se subió al avión en Londres.
Será el único ex presidente votado que participará del acto. El otro, que accedió a la Casa Rosada durante una semana producto de la crisis de 2001, será el puntano Adolfo Rodríguez Saá. No estarán ni Eduardo Duhalde, ni Cristina Kirchner ni Alberto Fernández. Tampoco María Estela Martínez de Perón.
La expectativa respecto de la presencia de Macri no está puesta solamente en el abrazo con Milei, ya repetido, sino en que la foto de “unidad nacional” del espectro "no socialista" o liberal del que habla el Gobierno e impulsa la Casa Rosada sucede luego de días de tensión entre el fundador del PRO y Bullrich, ministra del actual mandatario, sostenida alrededor de cómo vincularse con La Libertad Avanza.
Es que Macri comenzó un operativo diferenciación con Bullrich y con el oficialismo que lo llevó a cuestionar al Gobierno por la coparticipación "adeudada" a la ciudad de Buenos Aires, entre otros puntos, y correr a la ministra de Seguridad de un órgano clave del partido amarillo por la intención de esta última de fusión con LLA.
