En el marco del juicio oral por el intento de magnicidio a Cristina Kirchner, uno de los acusados, Fernando Sabag Montiel, declaró este miércoles que la clara intención era matar a la ex presidenta y que su ex pareja, Brenda Uliarte, quería "ser más una espectadora del momento que una partícipe".
Ante los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari que integran el Tribunal Oral Federal 6, el acusado explicó los motivos por los que decidió atentar contra la vida de la ex mandataria: “Creo que es un acto de justicia y no fue un acto en el que traté de favorecerme económicamente. Tiene una connotación mas profunda, mas ética, y mas comprometida con el bien social que otra cosa”.
"Con respecto a la persona de la doctora Fernández de Kirchner, es corrupta, roba, hace daño a la sociedad y demás cuestiones que ya son sabidas que no es necesario que sean aclaradas por mí, porque la mayoría de las personas siente lo mismo que yo, así que básicamente es redundar en pensamientos que popularmente pueden ser aceptados o bien vistos por parte de la sociedad", señaló, al justificar su delito.
En esa misma línea, insistió: “Las bases o el incentivo por las cuales cometí el atentado no es para tener una posición en las antípodas del kirchnerismo o de estar en un sector contrario. Los fines tienen mas un tinte personal que un fin que pueda beneficiar a algún sector político”.
“Se me tildó de sicario, psicópata, de estar relacionado con el grupo Revolución Federal a quien no conozco, o que yo recibí dinero y de no tener en cuenta de una motivación personal y no de interés. Por intereses y no por valores me parece desestimarme o poner en un lugar a una persona en el cual no la tiene", precisó.
Sabag Montiel se definió como “apolítico” mientras que dijo que Uliarte era libertaria. Al respecto, contó que con ella se conocían hace siete años y que un mes antes del atentado tuvieron una relación de “amigos con derechos”.
Respecto de Carrizo, otro de los acusados, dijo que lo conoció cuatro o cinco meses antes del atentado en una fiesta y que tuvieron una relación laboral que calificó de “breve, fugaz y corta”. Carrizo era dueño de la producción de copos de azúcar que vendía. “Solo tengo una relación laboral nadie trataría de hacer un conjunto o explicar mis ideas. A Carrizo jamas le conté lo que iba a hacer para preservarme a mi mismo”, dijo Sabag Montiel sobre el atentado sacándolo de la organización. Solo hizo referencia a que en los chats Carrizo hablaba de un arma que le había dado pero que nunca apareció.
Lo cierto es que Sabag Montiel sí mencionó que Carrizo y Uliarte recibieron plata. “Yo se que ellos recibieron dinero para grabar la premeditación de dos o tres personas. Hicieron contra inteligencia para embarrar la cancha”, sostuvo sin profundizar.
Sobre el atentado propiamente, el acusado dio detalles por primera vez: “Gatillé una vez, no dos veces como se dijo. Y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan. La distancia fue prudencial para tener un marco de poder llegar. Estaba a 30 centímetros”.
“Solo era yo el que portaba el arma en el bolsillo de reverso de la campera. Una parte estaba en un bolsillo y el cargador lo tenía en otro. Brenda no tenía armas”, recordó.
Luego fue consultado por la Fiscalía sobre su detención: “Esa iba a ser la primera vez que iba a matar a una persona. Todo pasa muy rápido, debe ser como un reflejo del cerebro que se desconecta. Cuando me agarran los manifestantes, los que me sacan son la gente seguridad de Cristina. Uno me propina un golpe que casi me saca el ojo. Y les decía `yo soy de ustedes`. lo dije para que no me peguen”.