En su primer año de gestión, el presidente Javier Milei ha logrado en tiempo récord lo que la Convertibilidad tardó años en conseguir. Según un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, "en un año de gestión (Javier Milei) ha destrozado la participación de los trabajadores en el PIB en un equivalente a 4 años de la época de la Convertibilidad". Esta caída abrupta en la participación de los trabajadores, junto con otros indicadores negativos como el desempleo y el decrecimiento económico, plantea serias preocupaciones sobre el rumbo que ha tomado el país.
"De las 10 variables analizadas, surge que la edad promedio del esquema económico de Milei es igual a 6,8 años de transcurso Plan de Convertibilidad, por lo que el recorrido del primer año de gobierno de Milei sería equivalente al 62% de los 11 años que duró la convertibilidad", sostuvieron desde la CELAG.
El impacto sobre los trabajadores fue devastador.
La caída en la participación del ingreso nacional alcanzó un 2,3% en 2024, pasando del 45,5% al 43,2%, logrando en solo un año lo que la Convertibilidad había tardado cuatro en lograr. Este retroceso se explica, en gran parte, por la drástica reducción en los salarios reales. Mientras que durante la Convertibilidad el salario real cayó un 6% durante sus primeros años, en el mandato de Milei la disminución fue aún mayor, alcanzando el 6,8% en tan solo un año. En términos comparativos, la crisis que sufrió la Convertibilidad en 2002, cuando el salario real cayó un 24%, tiene ahora una réplica más temprana y menos esperada bajo el liderazgo actual.
En cuanto al
desempleo, la situación también es preocupante.
En los primeros doce meses de Milei, el desempleo aumentó 1,2 puntos, un ritmo más acelerado que el registrado en los primeros años de la Convertibilidad, que recién en 1993 vio un salto significativo en la tasa de desocupación. A pesar de los augurios de crecimiento y estabilidad, la economía de Milei muestra síntomas de agotamiento en diversos frentes. La deuda pública creció un 16% en su primer año, un récord negativo comparado con los primeros años de la Convertibilidad, que solo alcanzaron incrementos similares mucho después de su implementación.
Mientras tanto,
las exportaciones en 2024 aumentaron un 19,4%, gracias a una mejor cosecha tras la sequía de 2023, lo que permitió un superávit comercial similar al de 2001, año en que la Convertibilidad tocó su punto de no retorno. Sin embargo, las reservas internacionales de Argentina, que habían alcanzado un techo histórico en 1998 durante la Convertibilidad, siguen sin poder recuperar niveles adecuados. La administración de Milei no ha logrado estabilizar esta variable clave y, con un panorama de decrecimiento y desinversión, el futuro económico sigue siendo incierto.