En un movimiento que marca la tensión entre el peronismo y el presidente Javier Milei, Miguel Ángel Pichetto ha sido designado presidente de la bicameral revisora de cuentas de la Auditoría General de la Nación (AGN). Este nombramiento, respaldado por toda la oposición, se produce en un momento crítico, donde las diferencias entre Pichetto y Milei se han vuelto públicas. La elección de Pichetto a la cabeza de esta comisión subraya la intención del peronismo de reafirmar su influencia en el control del sector público, en un claro mensaje al mandatario.
La designación de Pichetto llega en un contexto de confrontación, tras acusaciones del presidente, quien lo había calificado de "miserable" por sus críticas a ciertas decisiones del gobierno. En respuesta, Pichetto afirmó:
"Nadie va a disciplinarme con insultos y gritos", dejando en evidencia la fricción que existe entre ambos. Su liderazgo en la bicameral no solo le otorga un papel protagónico en el control de las cuentas públicas, sino que también refuerza su posición como un referente de la oposición frente a las políticas de Milei.
La composición de la comisión también incluye al senador camporista
Mariano Recalde como vicepresidente primero, mientras que las secretarías están a cargo del salteño
Juan Carlos Romero y el diputado
Álvaro González. Este equipo reflejará, sin duda, una diversidad de opiniones en el manejo del control fiscal, y se espera que su trabajo esté marcado por un enfoque crítico hacia las decisiones del gobierno actual.
Con esta movida, el peronismo federal no solo busca fortalecer su posición en el Congreso, sino que también intenta enviar un mensaje claro a la administración de Milei: la supervisión y el control del gasto público serán prioritarios, y el debate sobre las políticas económicas del gobierno se intensificará.