En un contexto marcado por la fluctuación de los precios internacionales del petróleo, las petroleras YPF y Shell han decidido bajar sus tarifas a partir de este martes. La reducción será del 1% en las naftas y del 2% en el gas oil, una medida que busca adaptarse a la reciente caída del precio del crudo en los mercados globales. Este anuncio se produce en un momento clave para los consumidores argentinos, quienes han enfrentado un aumento constante en los costos de combustibles.
Horacio Marín, CEO de YPF, justificó esta decisión explicando que “YPF no tiene que subsidiar a los consumidores y los consumidores no tienen que subsidiar a YPF”. Con esta declaración, Marín enfatiza la necesidad de un equilibrio en la relación entre los precios internacionales y locales. A pesar de la reducción anunciada, el ejecutivo también advirtió sobre los desafíos que enfrenta la compañía, mencionando que “si el precio del petróleo a nivel internacional sube vamos a subir el precio, y si el precio baja YPF va a bajar el precio de los combustibles”.
La compañía ha encontrado en los últimos ocho meses un equilibrio que permite ajustar los precios en función de las variaciones del crudo Brent y los costos locales. “Hoy el precio de los combustibles de nuestras refinerías sale a 100 unidades, mañana saldrá a 96 unidades”, detalló Marín, aunque agregó que también hay que considerar factores como la devaluación y el ajuste del impuesto a los combustibles.
El impacto de esta medida no solo se sentirá en los bolsillos de los consumidores, sino que también tiene repercusiones en la industria energética del país. Marín subrayó que “sin una política en este sentido, Vaca Muerta no se desarrollará”, reforzando su ambición de que YPF alcance una exportación de US$ 30.000 millones para 2030.