El presidente Javier Milei recibirá este martes a la mañana en Casa Rosada al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, para avanzar en la firma de un acta para el traspaso de 31 líneas de colectivos. Por el momento no se aplicarán cambios en el esquema tarifario de septiembre.
Aunque se esperaba que este domingo el Gobierno traspasara las líneas que circulan en la Ciudad de Buenos Aires al control de Macri, por el momento no terminó de cerrarse el acuerdo entre las partes. El conflicto abarca las líneas que circulan dentro de los límites de la General Paz, el Río de la Plata y el Riachuelo.
Desde la Ciudad se está negociando con Nación para que sea un traspaso ordenado, no de forma intempestiva. Y apuntan a que se haga a través de un acuerdo en el que se transfieran las 31 líneas con las competencias correspondientes para poder administrar con eficiencia el sistema.
La Ciudad rechaza hacerse cargo del 100% del subsidio sin que la Nación concrete la transferencia. El importe total de subsidios asciende a $8.500 millones, dinero que el Gobierno porteño no tiene forma de afrontar sin sufrir los costos de un incremento de las tarifas, algo que impactaría fuertemente en la ciudadanía.
Según adelantó Ámbito, el gobierno de Jorge Macri propone avanzar en un esquema que contemplaría el traspaso total en un plazo de seis meses. En ese lapso, aseguran que podrían hacerse cargo de la transferencia de las 31 líneas.
Además, las líneas que circulan exclusivamente por la Capital seguirían tomando el descuento de Red SUBE, que se aplica a quienes realicen al menos una combinación de transporte público en un lapso de dos horas utilizando esa tarjeta.
El costo del pasaje en las líneas que podrían ser traspasadas, según los datos del Gobierno de la Ciudad, es de $863. De ese importe, el pasajero paga $371 mediante el boleto (el mínimo), la Nación aporta un subsidio de $271 y el fisco porteño, los restantes $221.
De fondo se encuentra la disputa entre ambas partes por la coparticipación. El Ministerio de Economía de la Nación comenzó a girar $20.000 millones de pesos por semana a CABA para cumplir con parte del fallo de la Corte que obligaba a Nación a devolver los fondos quitados en 2020. Sin embargo, Macri reclama $5 billones de pesos en deudas que se habrían acumulado por transferencias en los últimos 48 meses.