La reciente desregulación del transporte público desató una contundente disputa en el Banco Nación, donde el presidente Daniel Tillard y su vice, Darío Wasserman, se enfrentan por el control de la licitación para el nuevo sistema de procesamiento de pagos de la tarjeta SUBE. Esta licitación, considerada la más importante en marcha para la entidad bancaria, está en el centro de una batalla de influencia interna que podría definir el futuro de la empresa estatal Nación Servicios.
De acuerdo a LPO, la competencia por el mega contrato del procesamiento de pagos se ha convertido en un campo de batalla personal entre Tillard y Wasserman. Tillard, el presidente del Banco, está asociado con Global Processing, una empresa que ha contado con el apoyo de Alejandro Guillermo Henke, actual director del Nación.
Por otro lado, Wasserman, conocido por su cercanía con Karina Milei y su influencia en la Ciudad, apoya a Prisma, una compañía que surgió de la fusión de Visa y Banelco y ahora pertenece al fondo Advent.
La controversia se complica aún más con el trasfondo de las recientes renuncias y cambios dentro de Global Processing, donde Carolina Belén Carniglia, esposa de Henke, asumió el cargo de vicepresidenta en diciembre de 2023. Mientras tanto, la llegada de Wasserman al escenario como patrocinador de Prisma ha generado incertidumbre sobre el posible respaldo del fondo Advent por Federico Sturzenegger, elevando aún más la tensión entre ambos bandos.