09.07.2024 / En Tucumán

Milei firmó el Pacto de Mayo con 18 gobernadores, atacó a los ausentes y propuso fundar "un Estado mínimo"

El Presidente encabezó el acto con una mayoría de los gobernadores pero con nada menos que 6 ausentes, a quienes acusó de "querer boicotear" al Gobierno. Habló de los 10 puntos, de "problemas de magnitudes biblícas" en un "punto de inflexión" y de fundar un "Estado mínimo".




En la fría noche de Tucumán y en un horario insólito como la medianoche, finalmente el presidente Javier Milei tuvo su Pacto de Mayo y lo firmó con 18 gobernadores de distintos signos políticos, en un acto en el que expresó un discurso en el que señaló al acontecimiento como “un cambio de época”, dijo que la política es para expresar y realizar ideas sin perseguir opositores pero a la vez acusó a los mandatarios provinciales ausentes de querer "boicotear" al Gobierno, advirtió que la Argentina se enfrenta a “problemas de magnitudes bíblicas” que requerirán acuerdos y profundas reformas y al explicar los 10 puntos del acuerdo propuso fundar un "Estado mínimo" con la propiedad privada como "principio básico", además de cambios profundos en materia educativa, impositiva y de la coparticipación federal, entre otros.

El mandatario, en un acto organizado bajo la idea de su centralidad absoluta y en el que el papel de los gobernadores presentes pareció casi decorativo, leyó los diez puntos que componen el Pacto de Mayo y amplió su visión sobre cada uno. 

En ese orden, calificó a la firma del documento en Tucumán como "el puntapié inicial del nuevo orden para nuestro país" y recordó su principal eslogan de campaña del 2023: "Una Argentina distinta es imposible haciendo lo mismo de siempre". 

“A pesar de haber sido una demanda histórica de la dirigencia política y la sociedad, la posibilidad de sentarnos en una mesa a establecer pautas comunes y transversales a todas las fuerzas políticas pareció siempre una quimera en las últimas décadas. Por eso quiero agradecerle a todos los presentes por haberse congregado aquí en la Casa Histórica de nuestra Independencia después de décadas de pendular entre proyectos antagónicos que nos han hecho cada vez más pobres. Hoy nos reunimos para renovar nuestros votos patrióticos y firmar el Pacto de Mayo”, dijo Milei en referencia a los presentes, que además de gobernadores incluía a su Gabinete y a contados legisladores nacionales.

Según el mandatario, el "pueblo argentino el año pasado le exigió a la dirigencia política un cambio profundo de dirección" y que "esto sea posible hoy después de tanta división es sin dudas el símbolo de un cambio de época", con lo cual y pese a su constante discurso de agresión contra el kirchnerismo, el socialismo, la izquierda y el peronismo, dijo que su Gobierno no mirará "para atrás" ni tendrá "rencores", porque "lo único que tiene que hacer la política es discutir ideas y llevarlas a la realidad, no impugnar al adversario por cuestiones personales, perseguirlo por pensar distinto y vivir en una inquisición permanente”.



“Creemos que el desafío que enfrenta la Argentina hoy es demasiado grande y la promesa de un futuro mejor demasiado valiosa como para permitir que mezquindades o trifulcas del pasado nublen este camino. No obstante, hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental; en algunos casos porque sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso argentino, en otros casos por miedo o vergüenza de haber persistido en el error por tanto tiempo”, inició el segmento en el que borró con el codo lo que había pronunciado antes. 

Entonces, Milei volvió a ser Milei y atacó a la oposición que no estaba presente. Acusó a los ausentes, principalmente a los gobernadores que no firmaron, de no querer “ceder los privilegios que el viejo orden brindaba” y arremetió: "No es causalidad que entre estos últimos se encuentren quienes intentan boicotear a este gobierno y conspiran para que fracase. Son adictos al sistema porque sus intereses personales son diametralmente opuestos al del común de la gente, y saben, aunque no lo admitan, que ellos progresan a costa de que al conjunto de los argentinos les vaya cada vez peor”.

“Nosotros estamos convencidos que inclusive aquellos que hoy desoyen el reclamo de la sociedad pueden volver en el futuro a la senda Argentina y encontrar la redención, nos encontrarán aquí, defendiendo las mismas ideas que ratificamos hoy y les daremos la bienvenida con brazos abiertos. Todo hombre es capaz de redimirse, no rechazaremos a nadie que quiera aportar a la construcción del cambio que el país tan desesperadamente necesita. A nadie. No importa de qué partido provenga, con quién haya estado, dónde haya militado ni qué haya hecho, siempre y cuando haya obrado dentro de la ley. Lo único que importa es que abrace y quiera contribuir a los pilares fundamentales sobre los cuales vamos a erigir la nueva Argentina”, agregó.

A la hora de enumerar los 10 puntos que firmaron los gobernadores, Milei hizo un recorrido por ideas llamativas para la adhesión de dichos mandatarios.

El líder libertario propuso fundar un "Estado mínimo" con la propiedad privada como "principio básico de la sociedad". Habló de problemas heredados de "magnitudes biblícas" pero nada dijo de la profundización de la crisis económica y social que atraviesa la Argentina y los datos endilgan a su gestión.

Acto seguido recorrió cómo será el Estado del país que desea, y en ese tren enumeró, por ejemplo, que "es hora" de que los trabajadores "acepten" que no hay "nada mejor" para ellos "que un empresario". Les enrostró a los gobernadores firmantes que existe un "laberinto" de impuestos provinciales y un exceso de empleo público que deben borrar, idea que completó al señalar que "la dirigencia política y sindical ha querido tapar el sol con la mano". 

El Acta de Mayo, que el gobierno presentó como “10 conceptos inclaudicables”, incluyó la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal, la reducción del gasto público, educación con alfabetización plena y sin abandono escolar, reforma tributaria, discusión de la coparticipación federal, explotación de los recursos naturales del país, reforma laboral y previsional y apertura al comercio internacional. 

Entre los presentes y ausentes hubo tres novedades de importancia. La primera es que faltó la vicepresidenta Victoria Villarruel, que se bajó del acto, según explicaron sus colaboradores, por recomendación médica debido a un fuerte estado gripal desde la semana pasada. Tampoco estuvo el gobernador de Santa Cruz Claudio Vidal, que se agarró del agravamiento del temporal de frío polar que se registra en Santa Cruz pero que su entorno se encargó de filtrar que la verdadera razón es que sospecha del incumplimiento de acuerdos por parte de Milei. Por último, sorprendió a algunos la presencia del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que siempre estuvo alineado al kirchnerismo pero que suele acercarse a la mayoría de las administraciones nacionales.



El Pacto de Mayo fue firmado por los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Leandro Zdero (Chaco), Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y el santiagueño Zamora (Santiago del Estero) y el jefe de Gobierno Jorge Macri (Ciudad Autónoma de Buenos Aires).

Milei estuvo acompañado durante la ceremonia por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei -la única dirigente no electa que estuvo en el escenario-, además del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los presidentes provisional del Senado, Bartolomé Abdala, y de la Cámara de Diputados, Martín Menem. También estuvieron presentes los Ministros: Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Sandra Pettovello (Capital Humano), Mario Russo (Salud), Luis Petri (Defensa), Patricia Bullrich (Seguridad) y Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado).

Entre los ausentes no sólo se destacan los ex presidentes Cristina Kirchner y Alberto Fernández, además de Eduardo Duhalde e Isabel Perón, sino que tampoco hubo representación institucional de los dos partidos históricos: ni el Partido Justicialista ni la Unión Cívica Radical participaron de manera propia, más allá de que hubo dirigentes y legisladores de peronistas y de la UCR que dieron el presente.

Tampoco estuvieron los jueces de la Corte Suprema ni se mostraron autoridades de la Iglesia Católica. Tampoco hubo representación sindical, ya que desistieron la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, igual situación que las entidades académicas. Sí estuvieron, y no sorprende, representantes de los empresarios que integran el Grupo de los Seis, Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Unión Industrial Argentina (UIA).