08.07.2024 / RELACIONES INTERNACIONALES

Con Milei ausente, Mondino se vio obligada a condenar al intento de golpe de Estado en Bolivia

El presidente Javier Milei había tildado de "fraude montado" al intento de golpe de Estado contra el gobierno de Luis Arce. Esta vez, la canciller argentina, tuvo que salir a tener una posición más conciliadora con la realidad y adecuarse a los planteos de sus pares latinoamericanos.





La canciller argentina Diana Mondino se vio obligada a condenar el intento de golpe de Estado en Bolivia, a pesar de las declaraciones previas de Javier Milei calificando el incidente como un "fraude". Mondino, en un intento por mantener la cohesión diplomática en el Mercosur, afirmó de manera general que "ningún golpe de Estado es aceptado, ningún golpe a la democracia es aceptado".

El contexto se desarrolló en una cumbre donde otros líderes regionales como Santiago Peña, Lula da Silva y Luis Lacalle Pou expresaron su solidaridad con el presidente boliviano Luis Arce y reafirmaron su compromiso con la defensa de la democracia en Bolivia. Estas posiciones dejaron a Mondino, representante de Argentina, en una posición aislada respecto a las opiniones mayoritarias expresadas en el foro.

Luis Lacalle Pou, en particular, comparó el intento de golpe en Bolivia con eventos recientes en Brasil, destacando la importancia de mantener la estabilidad democrática en la región. Sus palabras parecieron dirigidas indirectamente hacia Milei, quien optó por no asistir a la cumbre, lo que generó críticas y diferencias entre los líderes presentes.

Cabe recordar que el mandatario argentino se había referido a los episodios de violencia en el país gobernador por Luis Arce como “fraude montado en Bolivia”.

El presidente boliviano, Luis Arce, desestimó las declaraciones de Milei como "infundadas y poco serias", refiriéndose específicamente a las críticas sobre el supuesto autogolpe. Agradeció la solidaridad de sus colegas regionales, interpretándola como un apoyo crucial para preservar el orden constitucional en Bolivia en un momento de tensión política.