Olavarría se convirtió en uno de los distritos más observados de la provincia de Buenos Aires a causa de los últimos sucesos.
La semana pasada, la ciudad recibió la visita del precandidato presidencial del Frente para la Victoria, Florencio Randazzo, quien se mostró junto al intendente massista, José Eseverri.
Al recibir a Randazzo, Eseverri dijo que
“Florencio es un gran hacedor, algo que hace falta en la próxima etapa de Argentina” y recordó que “
con Florencio nos conocimos hace muchos años encabezó junto a Néstor Kirchner en la provincia al grupo de dirigentes que dio vuelta la página al duhaldismo, y junto a mi viejo, nos acercamos al kirchnerismo”. En este sentido, Randazzo afirmó que
“con José la principal coincidencia que tenemos es que no hay mejor política que la buena gestión, y la buena gestión es aquella que le cambia la vida a la gente”.
A partir de ahí los rumores sobre la salida de Eseverri del massismo se hicieron oír en todas partes y preocuparon al líder del FR, debido a la gran cantidad de bajas que sufrió su espacio en las últimas semanas, ya muy cerca de las elecciones.
Recordaban entonces, declaraciones del olavarriense, que explicaba:
“en el FR empezamos a plantear que los argentinos se van a tener que poner de acuerdo si el 10 de diciembre quieren que esé o no el kirchnerismo en la Casa Rosada”.
Desde el massismo, los funcionarios sostuvieron que “no lo podían creer” y que "no sabían qué decir".
En estos días,
lejos de los rumores y más cerca de los hechos, desde el núcleo duro del massismo, manifestaron que Eseverri “se queda en el Frente Renovador”. Luego de la prologanda incertidumbre, de tantas reuniones con líderes de diferentes espacios, finalmente, confirmaron que el intendente de Olavarría no se irá a ninguna parte.
En tanto, también desde el centro del massismo,
un alto dirigente le aseguró a Política Argentina, que “todos se encuentran muy enojados” con los candidatos que abandonaron el Frente.
Entre los nombres,
apuntó directamente a Raúl Alfredo Othacehé, intendente de Merlo, a Juan José Álvarez, intendente de Hurligham, a Humberto Zúccaro, intendente de Pilar y a Darío Giustozzi, diputado nacional por el massismo y ex jefe del bloque en el Congreso. “Algunos intendentes propios son perdedores futuros, otros ganan con cualquier presidente”, sentenció.
Debido a
tantas idas y vueltas de dirigentes y sobre todo a por los números que tiran las encuestas, las bases empiezan a pedir cada vez con más fuerza
que el tigrense se candidatee en la Provincia de Buenos Aires, donde consideran que pese a lo que suceda en Nación, los rivales son "más que accesibles", en referencia a los kirchneristas Julián Domínguez, Fernando Espinoza y Aníbal Fernández y la macrista María Eugenia Vidal.
Si bajara a la Provincia, Massa impulsaría a Francisco De Narváez a ir a candidato a vicegobernador. Después de los escándalos que protagonizó el colombiano,
desde el massismo expresaron que continúan consternados por la situación, inclusive después de que el propio De Narváez
se mostrara arrepentido. Pese a que mida muy bien en las encuestas, consideran que esto puede afectar gravemente cualquier aspiración a gobernar y que por eso, la mejor opción sería,
que quedara en segundo lugar en la boleta, abajo de Massa.
Otros, sin embargo resaltaron que si Massa va para Gobernador, De Narváez lo hará también, pero de la mano del macrismo, en las internas del PRO, con María Eugenia Vidal enfrente.
Cerca del cierre de listas, las fugas al kirchnerismo o al PRO son cada vez frecuentes. Massa deberá decidir sobre su candidatura y sobre el futuro de su partido, en un corto plazo: menos de veinte días.
