El ministro de Economía, Toto Caputo, tuvo que recurrir al Banco Nación para evitar un colapso en la renovación de deuda en pesos. A pesar de los esfuerzos del equipo económico por cerrar un acuerdo con los bancos, solo lograron renovar 6.2 billones de los 9.2 billones que vencían este jueves, y casi el 89% de estas colocaciones fueron adquiridas por la entidad estatal, que terminó "llenándose de papelitos".
Según fuentes cercanas a LPO, la decisión de involucrar al Banco Nación surgió luego de que Caputo y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, fracasaran en su intento de negociar con los bancos, que mostraron desinterés por renovar la deuda. “Acá hay un director que responde directamente a Caputo. Es el tipo al que llaman por teléfono y le dicen exactamente la cifra con la que tiene que entrar en la licitación”, señaló un directivo del banco estatal, confirmando que el Banco Nación se vio forzado a comprar una cantidad desproporcionada de las Letras del Tesoro que el Ministerio de Economía había emitido.
El fracaso de la licitación obligó al gobierno a aumentar las tasas de interés en un intento por hacer atractivas las colocaciones. En la última licitación, el rendimiento de las Lecaps a corto plazo subió del 2,55% al 2,80%, un incremento que refleja la creciente dificultad del gobierno para mantener la confianza del mercado. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, hubo una notable preferencia por los instrumentos dolarizados. La emisión de títulos "dólar linked" representó el 18% de lo adjudicado, la cifra más alta desde julio de 2023, lo que indica que los inversores buscan protegerse ante una posible devaluación.
Este giro hacia los activos dolarizados, combinado con el interés del mercado por adquirir instrumentos a tasa negativa, refleja la creciente preocupación por la situación económica y la expectativa de una devaluación inminente. A pesar de los esfuerzos de Caputo, la confianza en la política económica sigue erosionada, y el gobierno enfrenta la incertidumbre sobre los 3 billones de pesos que no pudieron renovarse en esta licitación. Con este panorama, el temor es que esos pesos se dolaricen, lo que podría avivar aún más la corrida cambiaria.
El Banco Central también sufrió otro revés, ya que no pudo frenar la caída de sus reservas, que disminuyeron en USD 98 millones, dejando la cifra total en USD 26.222 millones. En este contexto, la falta de confianza del mercado y la necesidad de recurrir a soluciones excepcionales, como la compra de deuda por parte del Banco Nación, reflejan la creciente presión sobre el gobierno para estabilizar la economía en medio de un panorama cada vez más incierto.