Desde que el vocero presidencial, Manuel Adorni, se jactó en conferencia de prensa de la decisión oficial de “prohibir la perspectiva de género en toda la administración pública nacional”, hasta las últimas declaraciones del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien manifestó el deseo del Gobierno Nacional de “derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo” justo días antes de este lunes, que se cumple el cuarto año de su sanción, la administración de Javier Milei, en tan solo un año, orquestó un escenario de desprotección en todos los niveles.
Es que al desmantelamiento de las políticas que llamamos “de género”, se suma un plan de recorte y ajuste en un conjunto de sectores de gestión que tienen como objetivo transversalizar eso de arrasar cualquier conquista que pueda garantizar la equidad en aquellas áreas donde la meritocracia no tiene lugar.
¿En dónde se refugian las disidencias cuando es el mismo Estado el que las niega y las excluye? ¿Cuánto más se puede profundizar la desinversión y el desfinanciamiento del Estado mientras se ponen vidas en riesgo? Para pensar las incógnitas que surgen de este contexto,
Política Argentina consultó a la socióloga, historiadora y presidenta de la Comisión Provincial por la Memoria,
Dora Barrancos; a la ministra de Mujeres y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires,
Estela Díaz; y a la diputada nacional por Unión por la Patria,
Mónica Macha.
DEMONIZACIÓN DEL FEMINISMO (Y DE TODO RASGO DE JUSTICIA SOCIAL)
El presidente de Argentina,
Javier Milei, cumplió un año de Gobierno en un irónico festejo de su gabinete, justo un 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. Derechos vapuleados hasta el hartazgo por la gestión libertaria y su ejército de trolls.
En el país de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, del Nunca Más y del juicio a las juntas militares; país de la Universidad Pública, de leyes de avanzada en materia de diversidad e igualdad de género, de la impresionante Marea Verde que se inmortalizó en su logro legislativo del 2018; en este mismo país, desde hace apenas un poco más de un año Milei y su gobierno hicieron caer la motosierra sobre, entre otras cosas, todo lo que consideran
“la aberración de la justicia social”. Avanzan con empeño y afán virulento y acompañan cada medida con su equipo de haters de las redes sociales que lo respaldan con discursos extremos, violentos y despiadados.
Cabe recordar que el primer golpe de la gestión actual a las políticas de género e igualdad fue cerrar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad nacional. No se trató de la clausura de una caja vacía. Con ello dio de baja todos los programas de ayuda y asistencia a mujeres víctimas de violencia, como el Programa Acompañar, que daba un sueldo mínimo a estas mujeres para que pudiesen salir de relaciones violentas, después vino el cierre de la Línea 144 contra el maltrato y el desguace del Plan ENIA contra el embarazo adolescente que había logrado reducir las cifras en un 50%.
Sin dudas, lo que llaman “ideología de género” está en el eje de su “batalla cultural”. Sin ir más lejos, por ejemplo, el principal referente de Milei en esta cruzada, Agustín Laje, expresó con alegría - resentida -: “¡No más ‘TODES’! Empieza el desmantelamiento de la ideología de género en Argentina”. En esta línea el politólogo que se opone al aborto y a todo lo relacionado a los derechos de las mujeres y diversidades fue puesto al frente de la Fundación Faro, la think tank libertaria para divulgar ideas anti-Estado, anti-feministas, anti-ambientalistas, y anti todo lo que consideran la agenda “woke”. Se trata - según versiones que agigantan lo peligroso - de una persona que sería, según Milei, su sucesor ideal en términos de integridad libertaria intelectual.
Al respecto, la socióloga, historiadora e investigadora del CONICET,
Dora Barrancos, dijo a
Política Argentina:
“Estamos frente a una circunstancia que se define como la neo derecha fascista planetaria que ha venido incubándose, sobre todo en los últimos veinticinco años. No voy a demorarme aquí en las razones principales de ese ‘revival’ de las extremas derechas en el mundo, pero puedo decir que están muy asociados a una convergencia que es ‘inexorabilidad - miedo’;’miedo - inseguridad’, ‘inseguridad existencial - miedo’, etcétera, etcétera, y manifestaciones que hacen muy raquíticos los elementos de la razón crítica”.
“Entonces esta circunstancia planetaria ha incorporado vigorosamente como programas, cuestiones que antes eran capilares, eran sentimientos que correspondían a las personas de manera individual, pero desde hace una buena temporada es programática la cuestión contra la lucha dentro de lo que llaman ‘el combate por la cultura’. Término que ha sido arrebatado a Gramsci”, aclara Barrancos, entre risas.
En el mismo sentido indicó que llama la atención "la adopción de elementos lexicales que provienen de las izquierdas, de esas izquierdas tan detestadas, en fin, tan denostadas, tan consternadamente sepultadas en el sentimiento".
"´Me paro por acá e insisto que el programa antifeminismo y contra las diversidades`, tiene mucho que ver con lo que podríamos llamar el pánico moral, que es un concepto acuñado en 1972, sobre lo tendiente a una alteración radical de la vida con la erradicación del patriarcado y, sobre todo, con la erradicación completa de un concepto que no pueden digerir: esto es, la idea de que no hay binarismo que se sostenga en materia sexogenérica. Entonces, les parece que estas dos perspectivas son alteradoras de la construcción normalizada del mundo”, sintetizó.
RETROCESOS HISTÓRICOS
Desde el retorno de la democracia en Argentina, la perspectiva de género tomó un lugar cada vez más protagónico. Se trató de espacios dentro de la estructura de Gobierno que por acceso legislativo, por demanda social o por decisiones de gestiones más afines a la perspectiva de género adquirieron fuerza dentro del Estado: marcos legislativos más favorables y políticas públicas que busquen revertir desigualdades.
Han pasado gobiernos radicales, peronistas, alianzas políticas de lo más variopintas y gobiernos neoliberales: todas bien distintas entre sí, pero nunca había habido, hasta el presente, un Gobierno que “eliminara” y “prohibiera (...) toda perspectiva de género en toda la administración nacional”.
En esta línea reflexiona Dora Barrancos:
“No dejo de pensar que aún en medio del terrorismo de Estado; esto es, de la destrucción del estado de derecho en la Argentina, de la ferocidad de la dictadura en el marco internacional… Esa feroz dictadura no dejó de consignar, nada más y nada menos que en la convención CEDAW de 1979, es increíble ¿No?”.
Y añadió:
“En 1979, la Argentina terrorista de Estado suscribió la convención de la CEDAW, que es la gran convención de Naciones Unidas contra toda las formas de discriminación de la mujer y que en 1985 se confirmó como ley. Pero lo que quiero decir, es que la Argentina nunca dejó de votar las convenciones que suponían grados mayores de reconocimiento hacia la equidad; digo, reconocimiento a la condición femenina”. Ni la dictadura de Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti se animó a tanto como Javier Milei contra las políticas de género, mujeres y equidad.
Es que el Estado adhirió a compromisos internacionales como la Convención de Belem do Pará (Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres), de 1994 y la mencionada CEDAW (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), de 1980. De hecho, ante la noticia del cierre de la Subsecretaría, las expertas del Mecanismo de Seguimiento de aquella Convención expresaron una “profunda preocupación” por el “retroceso en la institucionalidad de las mujeres” e instaron a que la Argentina garantice la continuidad tanto de las instituciones, como de las normas y mecanismos que protegen los derechos.
“Entonces estamos frente a un momento de enorme calamidad, respecto de los mandatos que tienen las representaciones argentinas en cualquiera de los fueros internacionales, hoy. Está prohibido el término género, está prohibido hacer lugar al reconocimiento de las disidencias sexogenéricas como se ha visto”, enfatizó Barrancos al recordar el pasado 14 de noviembre, cuando Argentina se convirtió en el único país que votó en contra de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas destinada a prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres, en particular las vinculadas a los entornos digitales.
MOTOSIERRA PLANIFICADA
Pero ni las provocaciones, ni el violento y programado avance sobre los derechos de las mujeres y las diversidades es improvisado. Vale recordar que fue en la semana de un nuevo aniversario por
Ni Una Menos cuando el gobierno de Javier Milei decidió disolver la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, el espacio dentro del organigrama estatal en el que había quedado reducido el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades.
“Se concretó el cierre del ex Ministerio de la Mujer”, se titulaba el comunicado oficial con el que se anoticiaron 600 trabajadoras que quedaron a la deriva y miles de mujeres, lesbianas, travestis y trans a la intemperie. Todas ellas, sin políticas públicas que las asistan mientras la pobreza asciende por encima del 55,5% y cada 35 horas hay una mujer víctima de femicidios. Pese a que -si se observa la legislación local- el Gobierno Nacional está obligado a tener un área específica, por la ley 26.485 de protección integral contra la violencia hacia las mujeres, que rige en Argentina desde 2009.
“Creo que hay una raíz ideológica que motiva el ataque a las feministas y las políticas de género. El gobierno es negacionista de la violencia por motivos de género. Y hoy, cuando tantas mujeres sufren violencia, ser negacionista es ser cómplice de esa violencia machista. El gobierno representa y encarna algo del orgullo machista herido. El feminismo de masas y popular, nuestra marea verde, como todo gran movimiento transformador, sufre hoy una reacción conservadora. Nos han elegido como una de las enemigas del gobierno. De hecho, la única promesa de campaña que cumplió Milei fue cerrar el ministerio de mujeres”, expresó a
Política Argentina la diputada dacional por Unión por la Patria y Presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara baja,
Mónica Macha.
Sin ir más lejos, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, apoya un proyecto para endurecer las penas a las mujeres que denuncien abusos y violencia de género con el argumento de que podría tratarse de “denuncias falsas”. Lo cierto es que en el país hay un femicidio cada 30 horas, que se realizan unas diez mil denuncias al año, pero no hay estadísticas de “falsas denuncias”, y que el Gobierno busca desalentar las denuncias y que las mujeres vuelvan al silencio.
Así también tiene la intención de presentar un proyecto para dar de baja la ley de cupo laboral travesti-trans: “El Gobierno Nacional dispondrá las medidas necesarias para eliminar cualquier política ideológica y discriminatoria que habilite el ingreso a los empleos públicos por criterios que no sean, específicamente, los referidos a la propia idoneidad de las personas”, dijo el vocero presidencial. Y más tarde un funcionario libertario posteó en redes una foto de la bandera LGBTIQ+ prendida fuego.
“Siempre sostengo que las extremas derechas se basan en una sustantiva relación con el sentido común, se aprovechan de un sentido muy común, porque el sentido común está lleno de preconceptos. Pero al mismo tiempo se lo sintetiza de manera patética, conformando como circunstancia harto evidente lo que podrían ser arquetipos de chivos expiatorios”, sostuvo Barrancos.
Y detalló que
“lo hizo el nazifascismo y lo están haciendo las nuevas derechas: la construcción de el/la enemiga/o". Por eso, agregó: "
De manera rápida, con una imposibilidad de transferir criticidad. Pero también de manera paradójica, arrollan el sentido común, con ideas como la de que la justicia social es un delito”.
“Es algo que agrede la condición humana: si hay algo en la condición humana es que aún nuestra individualidad es social”, indicó la socióloga a este medio.
Es así que, a la “Batalla Cultural” libertaria se suma que sus entramados estratégicos, interactúan con otros fenómenos como la desinformación y la posverdad. Para construir un “otro peligroso”, para estigmatizar un grupo político, para desacreditar el trabajo periodístico se manipula la información o se crean fake news primero, y se la pone luego a rodar en el ejército militante en redes.
DESDE LO SIMBÓLICO HASTA LAS VIDAS DE LAS MUJERES: CONTRA EL ABORTO LEGAL
La ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires,
Estela Díaz, también dialogó con
Política Argentina al referirse a que el territorio bonaerense es el último bastión con alcance pleno de las políticas de género, entre las cuales se encuentra el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
“La ley de aborto demostró que inmediatamente tuvo efectos positivos en la prevención de la salud y la protección de la vida de las mujeres”(...), consignó en primer lugar.
Para dar precisiones y (volver a) derribar mitos, Díaz enfatizó que "la atención del aborto legal es una práctica que mayoritariamente se hace en el primer trimestre, que no tiene riesgo porque es medicamentosa, es ambulatoria, y se puede atender, incluso, en atención primaria de la salud; así que esto ha reducido de una manera casi total las consecuencias directas sobre las vidas de las mujeres".
"Es muy muy puntual alguna circunstancia de muerte por aborto en el marco de la legalización. Salvo alguien que no llegó con el tiempo, o por falta de información o por otro tipo de situaciones que se hayan dado en contextos de clandestinidad, pero es clarísimo en el caso de la mortalidad, pero además en el caso de la morbi - mortalidad, que es en relación a todos los problemas asociados a secuelas de los abortos inseguros”, agregó.
Por eso es que describió que
"se trata de procesos que protegen totalmente la salud de las mujeres y descomprimen al sistema de salud que se ve con la necesidad de recurrir en ocasiones a muy complejas terapias intensivas y secuelas (a veces incluso permanentes) para quienes se practicaron estos abortos clandestinos”.
E insistió que “si eliminan el aborto legal e incluso si lo hacen en clave de un proyecto que ya se había presentado, es decir este que elimina las causales de salud o violación que tenemos en el código penal de 1921, es realmente malísimo en términos sanitarios".
"Y así como los efectos de la legalización fueron inmediatamente positivos, esto va a ser en el instante una práctica con malas consecuencias para las mujeres”, destacó, y añadió: “Las visiones en relación a este tema son transversales a todas las fuerzas políticas. Ahí, los acuerdos o desacuerdos se cruzan de un modo distinto a otro tipo de debates”
.
En la misma línea, la legisladora nacional
Mónica Macha sumó la dificultad a la que podría enfrentarse el Gobierno a la hora de encarar la cruzada contra el aborto legal: “Las consecuencias podrían ser devastadoras para la salud de las mujeres y personas con capacidad de gestar. Sería el regreso a la clandestinidad, al riesgo, a los peligros y volver a contabilizar muertes por abortos inseguros. Pero creo que hay algo que decir antes, y es que no es fácil derogar una ley y mucho menos una ley como la IVE con los consensos construidos y la legitimidad social obtenida".
"Al gobierno le gusta jugar con estas cosas, hacer declaraciones escandalosas, pero el aborto hoy en argentina es legal. Y va a seguir siéndolo”, aseguró.
Y arengó: “Debemos estar organizadas y alertas. Tejer las redes transversales que nos permitan impedir cualquier avance contra nuestros derechos. Pero sobre todo, tenemos la obligación histórica de defender la IVE. Nos tocó un tiempo convulsionado. Hace 4 años conseguimos una de las victorias más grandes de los feminismos populares y ahora nos toca defenderla y cuidarla”.
Según datos de La Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, demostraron que entre enero y septiembre de 2023 se registraron 69.421 interrupciones voluntarias y legales de embarazos en todo el país. Si se suman los procedimientos registrados en los años que la ley estuvo vigente (es decir 2021, 2022 y hasta octubre de 2023), da un total de 245 mil interrupciones voluntarias y legales del embarazo en el sector público. Esto repercutió en una baja de la mortalidad de las personas gestantes: las muertes maternas por aborto descendieron de 23 en 2020 a 13 en 2021.
CLANDESTINIDAD Y BARBARIE DISFRAZADAS DE “LIBERTAD”
Pero la degradación de las áreas de género y de las políticas con perspectiva de género y sexogenérica es una tendencia en toda la Argentina, es decir, a nivel federal: en 2019, con la creación del primer Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, se habían abierto 315 áreas de género y diversidad municipales y provinciales en todo el territorio nacional y cinco provincias elevaron la jerarquía de sus áreas de género a rango de ministerio.
Empero, desde la asunción de Javier Milei y el gobierno libertario, cuatro provincias dieron marcha atrás y ahora redujeron sus ministerios a Secretarías. La provincia de Santa Fe es una de ellas: del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad pasó a Secretaría de Género y Diversidad Sexual. Allí fueron despedidas 41 trabajadoras y trabajadores, despidos que se suman a otros 24 que en enero, apenas comenzó el año y la gestión del actual gobierno, también fueron desplazados del otrora Ministerio. Otras provincias pasaron de tener Secretarías a Subsecretaría o Direcciones.
La única provincia que sostiene el rango ministerial es la de Buenos Aires: el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual que continúa a cargo de
Estela Díaz, quien atraviesa su segundo mandato e indicó:
“Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires vamos a seguir garantizando el acceso a los derechos sexuales y reproductivos y a la salud. Esto para el gobierno es una prioridad: tenemos más de seiscientas consejerías en interrupción legal y voluntaria del embarazo, tenemos el acceso a métodos anticonceptivos en todo el sistema de salud, campañas de prevención del embarazo no deseado, de las enfermedades de transmisión sexual…”.
“Así que trabajando y trabajando para garantizar el acceso a los derechos que se han conquistado tras largos años de lucha y llamándonos también además de -con el Estado- garantizar las prácticas, también a luchar para defenderlos”, señaló a este medio al ser consultada acerca de cómo enfrenta una gestión con un contexto nacional a contracorriente. Y agregó que
“así como la Provincia ha estado en las calles en contra de la Ley Bases de Milei, contra el DNU en reclamo por los derechos laborales, también vamos a estar en las calles junto al movimiento feminista y de la diversidad”.
En la misma línea,
Dora Barrancos señaló la intención del Gobierno nacional de seguir profundizando el embate contra los derechos de las mujeres y las diversidades, aunque también destacó que la respuesta activista no tardaría en llegar:
“No faltan deseos, manifestaciones urgentes entre -yo diría- las ramas más conspicuas del neofascismo que nos gobierna o de ultra conservadores que están esperando en las representaciones del Congreso esta cuestión de derogar la ley. No es solamente desde mi perspectiva una provocación. No, es un deseo, es una atribución de la subjetividad ultra reaccionaria que tiene -sobre todo- un elenco bastante grande de conspicuos adherentes a la derogación de la ley, comenzando por las insistentes manifestaciones del Presidente de la República: así que tenemos que estar en alerta, pero hay que saber - y creo que ellos lo saben- que la respuesta (y estoy absolutamente segura de esto) a esa iniciativa va a ser una incontenible marea verde".
DATO MATA RELATO
En sus cuatro años de gestión los números del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad son evidencia de acompañamiento y conquistas. Hubo una respuesta inmediata y visible en la práctica:
- Más de 350.00 mujeres y personas LGBTIQ+ recibieron apoyo económico y psicosocial a través del Programa Acompañar.
- Entre 2019 y 2023 la Línea 144, de atención y prevención, recibió más de 1 millón de comunicaciones y realizó 93.783 intervenciones frente a situaciones de violencia de género.
- 234.710 personas del Sector Público Nacional fueron formadas en la Ley Micaela.
- Más de 30 mil mujeres y personas LGBTI+ fueron acompañadas y asistidas por los 59 equipos interdisciplinarios del Programa Acercar Derechos en todo el país.
- Se financiaron 253 proyectos productivos de mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia de género a través del Programa Producir.
- Se formalizaron más de 39 mil trabajadoras de Casas Particulares a través del Programa Registradas.
Sin embargo, el comunicado oficial de Javier Milei rezaba “este organismo fue creado y utilizado por la administración anterior con fines político-partidarios, para propagar e imponer una agenda ideológica, contratar militantes, y organizar charlas y eventos. Ninguna de sus acciones concluyó en la baja del índice del delito. Por el contrario, el pueblo argentino fue testigo de su sesgo ideológico en la defensa discriminatoria de las víctimas”. Algo que -como cada medida violenta oficial- fue acompañado por la burla y festejo de distintos funcionarios oficiales y trolls libertarios. Acciones, que en este contexto hiperpolarizado no hacen más que generar entornos hostiles para las mujeres y disidencias.
EL ROL DE LA POLÍTICA
Hay que destacar que mucho se dice sobre la imagen del Presidente al cabo de un año de su mandato, y en particular sorprende que Milei conserve una valoración positiva en algunos sectores de la sociedad mientras la recesión se profundiza. Aunque si bien el mandatario conserva aceptación entre los argentinos, no es comparable a otros presidentes de la región ni a otros mandatarios nacionales en el primer año de Gobierno.
En este punto, es clave destacar la gran porción de la sociedad que no eligió al Presidente en el balotaje 2023, y que según uno de los últimos estudios de la CELAG que sondeó a más de 10mil personas que no optaron por Javier Milei, que coincidieron en la importancia de que la oposición mantenga la unidad y vayan “todos juntos” hacia las elecciones legislativas del 2025.
En este último punto, y de cara al 2025,
Política Argentina, consultó a las entrevistadas sobre el rol de la política en este contexto. Desde su lugar como activista feminista, Barrancos instó a que
"la verdadera oposición política vuelva a enarbolar con muchísima fuerza el crédito en algo que, efectivamente, intenta sucumbir como parte del arroyo de las expresiones fundamentales de la condición humana, la justicia distributiva”.
Por su parte la diputada de UxP, Mónica Macha, arengó a reactivar el "
desafío de volver a representar a las grandes mayorías populares" y sostuvo que
"eso implica un proceso de mucha escucha y mucho acompañamiento de los sectores más afectados".
"Estar presentes, encontrar soluciones parciales, representar sus reclamos, hacerles un lugar en la agenda pública. Sabemos que la unidad es una herramienta para transformar el país, la unidad no es el objetivo en sí mismo. Hoy hay que estar junto a quienes más sufren el ajuste de Milei”,
cerró.
RECOMPONER EL DIÁLOGO CON LA SOCIEDAD
Mientras que, a su turno, la ministra bonaerense
Estela Díaz marcó que “en primer lugar desde la provincia Buenos Aires, el objetivo es sostener con toda la fuerza un buen gobierno en un contexto de políticas de ajuste nacional y de restricción y recortes presupuestarios".
"Esto es una prioridad absoluta", advirtió, porque se trata de "conseguir con un gobierno de cercanía y además confrontando en la práctica política institucional y social claramente de manera evidente con el modelo que confronta con el proyecto que Milei propone".
En igual sentido, agregó que se trata de "además resistir" y "también es un modo de resistir y resistir en las calles, en la lucha, en el debate, en todos los ámbitos… a los planteos del gobierno nacional pero no alcanza con la resistencia”.
Y enfatizó que “la resistencia necesita una respuesta política y entonces hay que contribuir en el sentido de construcción de esa respuesta. Y creo que esta respuesta sale también de una práctica política distinta. Axel (Kicillof) es una referencia ineludible de este proceso por todo lo que hizo en los cuatro años que pasaron. Por el triunfo electoral en la Provincia en todas las instancias en la elección pasada, por la coherencia en relación a ser un dirigente creíble, transparente, cercano, y en ese camino también por construir un proceso de diálogo con actores sociales institucionales con los que debe ir recomponiéndose una propuesta política que encuentra los canales para debatir”
.
“Es lo que requiere una Argentina que va a quedar profundamente dañada después del gobierno de Milei en la nación y que por lo tanto va a necesitar de una reconstrucción y una transformación muy profunda. Entonces necesitamos discutir el contenido de esa transformación y la metodología participativa, democrática, con diálogo con fuerte diálogo con la sociedad para reponer el diálogo político con la sociedad e ir construyendo una unidad en ese sentido, una unidad con mucho contenido político y entiendo que Axel (Kicillof) está haciéndolo desde la Provincia y es visto como una esperanza, como alguien con la capacidad de contribuir en esa reconstrucción”, expresó.
En otro orden, la diputada Macha, agregó que “no creo que la sociedad haya virado a la derecha porque haya ganado Milei. Creo que las lecturas hay que hacerlas en contexto”. “Hoy Cristina (Kirchner) sigue siendo un faro para una enorme parte de los sectores populares”. “Tenemos el desafío de organizar la esperanza y de construir una alternativa, un horizonte, una imagen de futuro feminista: que nadie se desamine, que el camino es largo, que somos muchas y que sabemos que el feminismo no puede ser vencido, hoy toca organizarnos, resistir, ser creativas y estar junto a quienes más nos necesitan haciendo tribu”.
LA ESPERANZA DE LOS FEMINISMOS EN TIEMPOS DE RESISTENCIA: LA CREATIVIDAD COMO EJE
Las agendas que impulsan los feminismos son también cuestiones que apuntan a la pobreza, a la desigualdad y a las mejoras económicas. Desatender esto es un error de cálculo en la lógica discursiva política. Quien escribe coincide en que ni todas las personas se volvieron de derecha, ni a todas las personas les dejó de importar la problemática. Y si de oposición hablamos, cabe destacar que la oposición al gobierno de Milei está, centralmente, en las mujeres y diversidades: según un estudio de Opina Argentina, Javier Milei -con una popularidad del 49%- tiene un 53% de respaldo entre los hombres y un 43% entre las mujeres. 10 puntos de diferencia.
Es así que a pesar de la resistencia pública y política hacia la agenda feminista por parte de algunos sectores, se torna fundamental reconocer su importancia para abordar la violencia de género y la feminización de la pobreza en Argentina. Los altos índices de femicidios y las desigualdades estructurales subrayan la necesidad urgente de políticas públicas que se ocupen de esta temática, y en tiempos de falta de políticas públicas, se responde con activismo y organización social. Es cierto que después del Ni Una Menos y la marea verde parecía que algo había cambiado para siempre -y es cierto-, que parecía que la demonización había quedado atrás. Y aunque hoy, en la era Milei, el feminismo volvió a ser mala palabra, las mujeres se muestran dispuestas a dar la batalla.
“Yo creo que hay una resistencia transhistórica que de alguna manera permanece y en otras se renueva. Esta es la cuestión que más preocupa a las extremas derechas hoy. Es cierto que en algunos lugares puede haber algunos tembladerales mayores, pero yo hago una apuesta, considerando la extensión, la masividad, la existencia de un nuevo partido de masas que es el feminismo dicho en plural ¿no? son los feminismos. Entonces hay muchas mujeres que están movilizadas pero lo que no saben y tal vez no quieran, es determinarse por una caratulación de feministas (a mí eso me parece lo de menos) lo importante es la subjetividad, lo importante es la insubordinación, lo importante es la contestación y no la caratulación. En suma lo que yo creo es que tenemos mucha potencia, tenemos reserva de mucha potencia entre muy diferentes condiciones de mujeres y de lazos muy entrañados con las diversidades sexogenéricas hoy día en Argentina y en no pocos lugares del mundo: me refiero sobre todo a América Latina”, consideró Barrancos en nota con este medio.
Porque el hecho de que haya cierto silencio, incluso autocensura, no significa que haya quietud. Las redes de mujeres trabajan. Nación no paga insumos para interrumpir embarazos, pero hay socorristas que los cubren. No hay política de Estado, pero hay movilización, solidaridad e inquietud en los movimientos. En este orden, a la consulta acerca de si esta arremetida conservadora es una contraofensiva frente a la masividad que obtuvo el feminismo, las entrevistadas coinciden en que hay mucho sembrado y es necesario volver a interpelar.
Por su parte, Estela Díaz, indicó que
“no tenemos que desalentarnos. Creo que justamente la dimensión y la obstinación en atacar a los feminismos tiene que ver con una respuesta. Tiene que ver con que buscan hacerle frente a la fuerza transformadora que los feminismos han demostrado y construido. Entonces desde esa fuerza, desde ese aliento hay que volver a echar brazos y calles para defender todo lo conquistado y para seguir pensando que justamente no es con menos derechos, sino al contrario es con la justicia social, la igualdad que aún falta y que hay que seguir construyéndola. Y las mujeres, las diversidades y los feminismos tienen un enorme papel en ese proceso”. “Debemos estar organizadas y alertas. Tejer las redes transversales que nos permitan impedir cualquier avance contra nuestros derechos.”, añadió por su parte la diputada Macha.
Vivimos un presente abrumador, sin dudas. La construcción de acciones y narrativas para contrarrestar discursos de odio, requiere de esfuerzos estratégicos, articulados, multidisciplinarios, transversales, desde la sociedad civil con el sector privado, con la academia y la dirigencia, con diversidades y referentes de todos los sectores y todas las edades, en cada rincón del país. Los problemas de la democracia se solucionan con más democracia.