Según LPO, Germán Martínez, jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, lanzó un ultimátum a Martín Menem, presidente de la Cámara baja, para evitar que se avance con la sesión del jueves que incluía el polémico proyecto de Ficha Limpia en la agenda. Según fuentes cercanas al oficialismo, Martínez advirtió de forma tajante que "si se vota Ficha Limpia, el próximo presidente de la Cámara es (Miguel) Pichetto". Esta amenaza se enmarca dentro de una reunión organizada por el oficialismo con el objetivo de contener a los jefes de bloque aliados y opositores.
La propuesta de Ficha Limpia busca prohibir la candidatura de personas con condenas judiciales, lo que ha generado un fuerte debate. En el caso de la vicepresidenta Cristina Kirchner, cuya condena fue dictada antes de la introducción de la norma, juristas consideran que la ley no podría aplicarse de forma retroactiva, por lo que la iniciativa se ve como una medida dirigida principalmente a limitar sus derechos políticos. Fuentes cercanas a Martínez aseguraron que, aunque la frase atribuida al líder del bloque fue de tono contundente, en la reunión él habría expresado de manera más moderada: "Para nosotros, Ficha Limpia es una línea roja". Esto dejó claro que, en caso de avanzar con el proyecto, el oficialismo cortaría todo diálogo con la oposición.
El enfrentamiento en torno a Ficha Limpia se da en un contexto de tensiones políticas dentro de la Cámara de Diputados, donde los bloques aliados del oficialismo están planteando un nuevo reparto de cargos y autoridades. Según informó LPO, los nombres de Cristian Ritondo, Emilio Monzó y Miguel Pichetto comenzaron a sonar como posibles reemplazos de Menem para el próximo período parlamentario. Sin embargo, fuentes cercanas a estos legisladores indicaron que, al menos públicamente, los tres se han mostrado reticentes a asumir el cargo, lo que agrega una capa de complejidad a la situación.
El proyecto de Ficha Limpia, impulsado principalmente por el PRO, había estado en stand by hasta la semana pasada, cuando los libertarios también comenzaron a involucrarse en la discusión, aunque con ciertas reservas. El clima de tensión se exacerbó cuando Menem levantó la sesión por falta de quórum, en un momento crítico. Fuentes de la oposición confirmaron que la maniobra fue parte de una "jugada fríamente calculada" para frenar el avance del proyecto. En medio de estos movimientos, se rumorea que la jugada de Menem y sus aliados dentro del Congreso forma parte de una estrategia más amplia para evitar que el proyecto prospere en ese momento, lo que refleja la profunda fragmentación interna de los bloques políticos.