El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó una histórica reforma tributaria que ha generado un fuerte impacto tanto en su país como a nivel internacional. Esta reforma, aprobada a fines de 2023 tras tres décadas de discusiones infructuosas, es considerada como un paso fundamental hacia la modernización y simplificación del sistema impositivo brasileño, con énfasis en la justicia social y la eficiencia económica.
Una de las medidas más destacadas de la reforma es la exención total de impuestos para unos 400 medicamentos esenciales y productos de la canasta básica, como arroz, frijoles y carnes. Esta decisión busca aliviar la carga tributaria sobre los bienes más necesarios, garantizando que las familias de menores ingresos puedan acceder más fácilmente a estos productos. En un país como Brasil, donde las desigualdades sociales son profundas, esta medida es vista como una respuesta directa a las necesidades de millones de brasileños que destinan gran parte de sus ingresos a la alimentación y la salud.
La reforma también implica la sustitución de cinco impuestos existentes por tres nuevos: el Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS), la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS), y el Impuesto Selectivo (IS), que se aplicará sobre productos nocivos como bebidas alcohólicas, refrescos, tabaco y vehículos de lujo. Además, se implementará un IVA que unificará el IBS y la CBS, con una alícuota máxima aún por definir. El proceso de transición hacia este nuevo sistema será gradual y culminará en 2033, con la expectativa de reducir la carga promedio sobre el consumo al 22%, lo que se percibe como un paso hacia un sistema fiscal más equitativo.
El secretario de la Reforma Tributaria, Bernard Appy, calificó la reforma como "una revolución" y subrayó su potencial para lograr un sistema más justo: "Desgravará a los más pobres y gravará a los más ricos, lo contrario de lo que ocurre actualmente", afirmó. Sin embargo, no todo ha sido consenso. La inclusión de un beneficio fiscal para la refinación de petróleo en la Zona Franca de Manaos generó controversias internas, y el tema podría ser sometido a revisión judicial en el Supremo Tribunal Federal (STF).
A pesar de estos desacuerdos, la reforma tributaria de Lula se perfila como un avance importante en la lucha contra la desigualdad en Brasil, al tiempo que sienta las bases para un sistema fiscal más eficiente y sostenible a largo plazo. La exención de impuestos a medicamentos y alimentos esenciales es, sin duda, un gran alivio para los sectores más vulnerables del país, posicionando a Lula como un referente en políticas públicas progresistas frente a otros líderes internacionales, Hay que recordar que Milei reimpuso Ganancias, aumentó durante casi un año impuestos al dólar (después sacó el 30% del excedente sobre gastos con tarjeta en moneda extranjera), suspendió la eliminación del IVA sobre alimentos que había sacado el ex ministro Sergio Massa.