El presidente Javier Milei afirmó este jueves que
"la recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer", aunque aclaró que
"esto no significa que hayamos llegado a destino". Lo hizo durante un evento por los 100 años de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), en un hotel de Puerto Madero.
"Quiero agradecer a los argentinos por el inmenso esfuerzo que han hecho este año. A los asalariados, a los cuentapropistas, a los que tienen changas y tratan de salir adelante día a día. A los argentinos que habían sido perjudicados por el sistema establecido por los políticos. Ese intervalo de dolor terminó, la recesión terminó, estamos saliendo del desierto, el país finalmente ha empezado a crecer", sostuvo el mandatario frente a los representantes de la CAC.
"De aquí en adelante, todos los días vamos a estar un poco mejor que el anterior. En vez de ser cada día más pobres, vamos a ser cada día más ricos. El esfuerzo es un condimento necesario de progreso. Los argentinos con suficiente edad tienen recuerdo de haber vivido épocas mejores. Pero quiero decir que de aquí en más estaremos cada vez un poco mejor", agregó Milei, quien estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la secretaria general de Presidencia, su hermana Karina.
HALAGOS AL PROGRAMA ECONÓMICO DE CAPUTO
El Presidente no pudo evitar recurrir una vez más a sus clásicas metáforas escatológicas. "Dijimos que la economía subiría como pedo de buzo. ¿Y adivinen qué? Las burbujas están comenzando a verse", señaló el jefe de Estado. "El programa económico que nos planteamos en diciembre funciona, pese a que les moleste a muchos econochantas. Hicimos un programa de shock que se sostenía. Tuvimos una recesión, y hoy ya estamos mejor que cuando asumimos", afirmó Milei, y adelantó que "el superávit fiscal permanente se va a convertir en baja de impuestos".
El Presidente aseguró también que algunas
"universidades prestigiosas del mundo se están dedicando a estudiar el caso argentino y hablan de milagro". Sin embargo, aclaró que "no es un milagro" la baja del dólar y la inflación. "Fue sentarse a hacer los deberes sin dejarse correr por ningún tipo de grupo focal ni encuesta, sin priorizar los intereses políticos y electorales, solo con la convicción de hacer lo que hay que hacer, pero de verdad. Yo hago lo que tengo que hacer, no me importa lo que digan las encuestas", advirtió Milei.
"Si el poder no sirve para arreglarle los problemas a la gente, no sirve para nada. Hay que hacer lo que hay que hacer, y si hay que pagar costos, se pagan. En definitiva, lo que cuenta es cómo nos va a recordar la historia", añadió.