El diputado Bertie Benegas Lynch, miembro de La Libertad Avanza, volvió a generar controversia al cuestionar públicamente las demandas del colectivo LGBTQI+ y las políticas inclusivas en la reciente Marcha del Orgullo. Según el legislador, estas iniciativas “buscan privilegios, no igualdad” y afirmó que los derechos deberían basarse en el talento y no en la sexualidad.
Benegas Lynch apuntó contra los cupos laborales y otros beneficios exclusivos, los cuales considera imposiciones que afectan a empresas y trabajadores.
“Las empresas tienen sus accionistas y dueños, y les estás metiendo por la garganta algo que no quieren”, expresó en diálogo con Futurock, defendiendo la competencia y el mérito como los únicos criterios válidos para la integración laboral. Según él, las medidas de inclusión forzan a quienes no participaron en discriminaciones pasadas a pagar por ellas, mencionando los casos de reparación histórica a otras minorías y el cupo laboral femenino como ejemplos de políticas “forzadas”.
El diputado considera que en Argentina ya existe igualdad legal y que cualquier beneficio adicional, como los cupos, se convierte en un “privilegio”. A modo de alegoría, Benegas Lynch compartió una polémica comparación en su cuenta de X (ex Twitter), en la que equiparó los pedidos de ciertos grupos con la solicitud de subsidios por parte del Club del Torino para “ser incluidos en el Club Fans del Chevy”. Esta comparación, que generó revuelo en redes, fue explicada por el legislador como un intento de ilustrar su respeto por las diferencias, sin apoyar que se “exijan” beneficios especiales.
Durante la entrevista, Benegas Lynch insistió en que los cupos y derechos especiales “menosprecian” a sus beneficiarios, argumentando que es degradante asumir que estos grupos necesitan ayuda extra para competir. “Estás menospreciando a los gays, a los trans, a las mujeres, como si no pudieran valerse por sí mismos”, manifestó. Con una frase provocadora, añadió: “¿Qué me importa lo que hace en la cama?”, y sostuvo que los únicos derechos universales son el derecho a la vida, la libertad y la propiedad.
Para finalizar, el legislador señaló que cualquier política de cupo “menosprecia” al género o colectivo beneficiado, poniendo como ejemplo el cupo de mujeres en puestos directivos. “
Si elegimos a alguien por su género y no por talento, estamos degradando esa posición”, afirmó, y concluyó señalando que no se trata de una cuestión de género ni sexualidad, sino de competencia y mérito.