La Confederación General del Trabajo (CGT) decidió este jueves no ir a la primera reunión del diálogo social convocada para la semana próxima por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, al que concurrirán los empresarios del Grupo de los Seis (G6). La decisión se convirtió en un duro revés para el sector dialoguista, que proponía participar de esa instancia de negociación.
Así lo resolvió esta tarde el Consejo Directivo de la CGT, en un encuentro realizado en la sede de Azopardo 802 en donde hubo mucha catarsis de los dirigentes por los efectos del ajuste y la recesión en las distintas actividades y un intenso debate sobre los próximos pasos de la central obrera.
En el encuentro hubo coincidencia de los sindicalistas en que “el plan de Milei es construir la Argentina del pre-peronismo, manejado por los grandes grupos económicos y la entrega del país”.
El cotitular cegetista Héctor Daer (Sanidad) afirmó durante la reunión que “no está en juego la unidad de la CGT” y Moyano, uno de sus rivales internos, le devolvió la gentileza: apoyo “todo lo que hizo hasta ahora” la conducción de la central obrera, pese a que tomó distancia de esas decisiones. Enseguida, Daer aprovechó para pedirle al resto del Consejo Directivo: “Hay que estar unidos”.
Del encuentro no participó Gerardo Martínez (UOCRA), uno de los cerebros del sector dialoguista, porque está en el foro ministerial del G20 que se realiza en Fortaleza, Brasil. Sí estuvieron, además de Daer, Moyano y Lingeri, dirigentes como Carlos Acuña (estaciones de servicio), Andrés Rodríguez (UPCN), Rodolfo Daer (Alimentación), Sergio Romero (UDA), Mario Manrique (SMATA), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Jorge Sola (Seguros), entre otros.
Antes de la reunión, Pablo Moyano dijo a Radio 10: “Estoy convencido de que hay que confrontar contra este Gobierno y contra este modelo económico que está destruyendo a las pymes y al poder adquisitivo de los trabajadores. Ahora quieren que 1 millón y medio de trabajadores vuelvan a pagar Ganancias. El único camino que queda es la confrontación”.
Y agregó: “Seguramente con gran parte de la CGT vamos a convocar a marchar el 7 de agosto por Paz, Pan y Trabajo. Lo están organizando los compañeros de los movimientos sociales y hay que seguir estando en la calle defendiendo lo que se logró y lo que el Gobierno nos quiere quitar a través de la Ley Bases, la reforma laboral y el Pacto de Mayo”.