La vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, expresó su descontento ante la reciente decisión del Gobierno de Javier Milei de abrir las importaciones de alimentos. En su opinión, esta medida solo beneficia a los grandes empresarios, en lugar de abordar eficazmente el problema de los precios elevados.
Magario señaló que la política de ajuste del Gobierno nacional carece de límites y está marcada por la improvisación. La decisión de importar alimentos, en su opinión, solo contribuye a la pérdida de reservas en dólares y a un aumento constante de los precios, alimentado por la voracidad de los monopolios. En consecuencia, esta medida agrava aún más la situación económica.
La vicegobernadora hizo hincapié en la necesidad de reconocer que esta política solo favorece a los grandes grupos económicos, mientras perjudica a trabajadores y jubilados. Asimismo, instó al Gobierno de Milei a abandonar sus "ensayos irresponsables" y buscar soluciones que permitan a los argentinos satisfacer sus necesidades básicas con salarios dignos.
Por otro lado, desde el círculo cercano a Milei, se informó que el objetivo de abrir las importaciones de alimentos es reducir los precios de los productos nacionales, que han experimentado un aumento desmedido en los últimos meses debido a un mal cálculo sobre la inflación. En este contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, celebró lo que consideró su "primera pequeña victoria" en sus esfuerzos por reformar la manera en que los supermercados y grandes comercios aplican descuentos y promociones para hacer más transparentes los recortes de precios.
