07.04.2025 / ENCUESTA

Sigue bajando Milei, sube Cristina: la encuesta que encendió alarmas en Casa Rosada

El escenario de polarización parece ceder ante una nueva configuración de fragmentación del sistema de representación. El 21% de los encuestados afirma no ser ni oficialista ni opositor, lo que refleja un crecimiento del desencanto y la distancia emocional con la política tradicional, incluso entre quienes votaron con entusiasmo por una opción disruptiva.





Según un informe de #OpinaArgentina, se confirmó algo que ya se venía observando en los últimos dos meses: la imagen de Javier Milei sigue cayendo, mientras figuras del arco opositor, especialmente la de la ex presidenta de la Nación y presidenta del Partido Justicialista, Cristina Fernández de Kirchner, comienzan a recuperar terreno en la opinión pública. En abril, la aprobación del presidente cayó al 46%, acumulando una pérdida de 8 puntos porcentuales desde febrero, lo que enciende alertas en la Casa Rosada, no solo por la tendencia negativa, sino por su consolidación.



Cabe señalar que el malestar social se intensifica. Un 48% de los encuestados considera que el país está “peor” que hace un año, mientras que solo un 14% cree que ha mejorado. Este sentimiento pesimista también se proyecta hacia el futuro: el mismo porcentaje cree que Argentina estará peor dentro de un año. Esta percepción generalizada de deterioro erosiona la narrativa optimista con la que el gobierno había intentado sostenerse tras sus primeras reformas.



La caída de Milei no ocurre en el vacío. La encuesta también muestra un repunte relativo en las opiniones hacia dirigentes opositores. Aunque no se mide explícitamente el crecimiento de Cristina Fernández, el informe sugiere que su figura, junto con otras vinculadas al peronismo, mejora en términos relativos frente al declive oficialista. Esta recomposición simbólica, aún incipiente, es leída por analistas como un síntoma del regreso del “voto memoria” que opera frente al ajuste.

Uno de los datos más preocupantes para el oficialismo es la pérdida de identidad política entre sus propios votantes. Solo el 37% de los encuestados se reconoce como oficialista, el porcentaje más bajo desde que se inició la serie. Este descenso es particularmente fuerte entre mujeres y sectores populares, donde la retórica de la libertad parece perder tracción frente al deterioro material.



En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), región clave en cualquier elección nacional, el rechazo a Milei asciende al 59%. Esta cifra rompe el techo del voto duro del presidente y sugiere un riesgo de deslegitimación política en el territorio más densamente poblado del país. En contraste, la oposición comienza a articular críticas que resuenan más fuerte en el conurbano bonaerense.



El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es otro punto de fricción que impacta en el humor social. El 48% tiene una imagen negativa del organismo, y más de la mitad de los encuestados se muestra en desacuerdo con el acuerdo que firmó el gobierno. Incluso entre votantes de La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio, el respaldo al FMI no es unánime, lo que revela una grieta dentro del electorado liberal.

REACCIÓN EN LA ROSADA

En este contexto, los estrategas del gobierno evalúan si la caída de la imagen presidencial es una curva estacional producto del ajuste, o si se trata de una tendencia estructural. Las encuestas venideras serán clave para dilucidar si Milei logra sostener su núcleo duro o si enfrenta una descomposición de su legitimidad antes de alcanzar logros concretos.