El senador nacional del Frente de Todos, Mariano Recalde, difundió este miércoles un informe del Banco Interamericano de Desarrollo(BID) en el que se indica que una persona radicada en la zona norte de la Ciudad puede llegar a vivir siete años más que una que lo hace en el sur.
“Si vivís el sur de la Ciudad, tenés 7 años menos de expectativa de vida que los que viven en el norte. Esta es la realidad que el macrismo generó, que no reconoce y que no pretende cambiar”, escribió en Twitter el senador, y agregó: “Gobiernan hace 16 años. Necesitamos una transformación de verdad”.
El informe del proyecto Salud Urbana en América Latina (Salurbal), difundido por el BID, indica que quienes viven en el norte y en el sur de la Ciudad tienen entornos diferentes en relación al acceso a la atención médica, las oportunidades laborales, las condiciones habitacionales y la posición socioeconómica, todos aspectos que pueden influir en la expectativa de vida aún más que los factores genéticos o las condiciones clínicas.
Para llegar a esta conclusiones, los expertos estudiaron los efectos de los entornos y las políticas urbanas en la salud de los residentes de 371 ciudades con más de 100 mil habitantes en más de diez países de la región, entre las que se encuentra la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
De allí se desprende que Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Real son los tres barrios con la esperanza de vida más baja de toda la ciudad en los hombres (69,8 a 70,5 años), seguidos por Nueva Pompeya, Parque Patricios, Barracas y La Boca (barrios de la comuna 4) con una ventana que va de los 70,6 a los 71,5 años. En esa misma zona aparece la menor esperanza de vida para las mujeres, con registros ubicándose entre 78,3 y 79,4 años.
Mientras que en la zona norte, como la Comuna 12, la 13 y la 14, muestran los valores más altos que van entre 74,7 y 77,5 años para el caso de los hombres, y de 82 a 85,3 años en el caso de las mujeres. Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Coghlan, Saavedra, Núñez, Belgrano, Colegiales y Palermo son los mejores barrios para vivir.
“Las ciudades siguen creciendo con gran heterogeneidad y comenzamos a ver que había elementos del ambiente urbano que podían impactar, más allá del acceso a la salud pública, en la vida de las personas y provocar que la expectativa de vida sea diferente hasta en distintos barrios de una misma ciudad, como ocurre en Buenos Aires, con hasta siete años de diferencia. Esto nos da la pauta de una inequidad”, explicó a La Nación la epidemióloga Ana Diez Roux, investigadora principal del proyecto Salurbal.
“El análisis confirma que las condiciones ambientales, de vivienda, el acceso a agua potable, los sanitarios y la contaminación ambiental afectan la salud en las grandes ciudades. También el acceso a alimentos sanos, a espacios verdes, a oportunidades para la actividad física, qué tipo de transporte se prioriza (los viajes muy largos afectan la salud mental), la oportunidad de caminar la ciudad y hasta los cambios climáticos”, agregó la especialista.
En el Área Metropolitana se ve que en la franja central de la ciudad predomina el segmento de entre 72,6 y 74,6 años para los hombres y de 82 a 85,3 años en las mujeres.