Los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal pidieron en su condición de querellantes que se investigue "la posible responsabilidad penal" de la policía de la Ciudad de Buenos Aires en el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el 1 de septiembre pasado en el barrio porteño de Recoleta.
En el documento de 28 páginas que presentaron ante la Fiscalía, los representantes legales de la expresidenta manifestaron: "Venimos a instar a que, luego de cinco meses de investigación, se dispongan medidas probatorias respecto de la posible responsabilidad penal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". Y añadieron: "Dado que recientemente el fiscal tomó medidas de prueba relativas a esta fuerza, venimos a proponer otras para que se dilucide cuál fue, efectivamente, la responsabilidad de esa fuerza".
Por otro lado, los abogados de Cristina Kirchner señalaron que es "llamativo" que hasta el momento solo se ha investigado a la Policía Federal y a la custodia de la Vicepresidenta, mientras que no ocurrió lo mismo en relación a "la fuerza con más presencia en el lugar donde se planeó y ejecutó el atentado". En ese sentido, remarcaron:
"La Policía de la Ciudad era, además, la mayor responsable de garantizar la seguridad de la Vicepresidenta (a quien solo la salvó un milagro)".
Entre los fundamentos, remarcaron que CFK fue
"víctima de un hecho de violencia política en general y contra las mujeres, en particular"; aclaración que observan como importante debido a que sostienen que mientras la jueza María Eugenia Capuchetti estuvo a cargo, negó el carácter político y el carácter de víctima de la Vicepresidenta. Es decir, que investiga al hecho y lo juzga como "un delito ordinario".
Con respecto a los posibles efectos del intento de asesinato, ambos abogados señalan que quienes planificaron el magnicidio
"no buscaron matar a CFK por un problema personal, sino por sus ideas", por lo que es evidente que "buscaron eliminar a la vicepresidenta del debate público y, especialmente, de la posibilidad de participar en futuros procesos democráticos". Para evitar que se repitan hechos como este, subrayan la importancia de "investigar con profundidad" y plantearse que uno de los atentados más graves "no fue producto de un personaje marginal que pasaba por el lugar".
Por esta razón, la importancia de investigar -sostienen- tiene un doble fundamento: por un lado, "averiguar la verdad y hacer justicia" y por el otro, "dar el mensaje de que tenemos una democracia consolidada, en la que si alguien atenta o planea un atentado contra representantes políticos será hecho responsable".