Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers condenado por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió este viernes el silencio tras el veredicto y negó que haya habido un plan para matar al joven en Villa Gesell.
"No ideamos un plan para matar a Fernando (Báez Sosa). No hubo roles, eso nunca existió", aseguró Cinalli en comunicación con Crónica TV.
Desde la Alcaidía de Melchor Romero, donde se encuentra tras haber sido condenado a 15 años de cárcel, Blas Cinalli se comunicó con los medios para pedir que "dejen de hablar pestes" de sus amigos, y confirmó que está "un poco distanciado" de los cinco rugbiers que recibieron penas de prisión perpetua.
"Quería decirte si
nos harías el favor de dejar de hablar pestes de mí y de cada uno de mis amigos, ya que nadie ni ninguno de todos nosotros te faltamos el respeto a vos", manifestó en una serie de mensajes de texto al canal Crónica TV que fueron publicados este viernes al mediodía
"No entiendo por qué tienen tanto odio hacia nosotros", planteó el joven de Zárate, y enfatizó: "Perdón ya pedimos, seguro no se soluciona nada con eso pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó, nos escrachan por todos lados. Dejen vivir, no tenemos vida, viven hablando mal de nosotros. Cortenla,
pagar ya estamos pagando desde el primer día".
"Yo sólo quiero que la gente sepa eso, y que ninguno de nosotros ideó un plan para matar a ninguna persona. No hubo roles, esas cosas nunca existieron. No quiero que me quieran pero sí quiero dejar de recibir tantos insultos y me haría muy bien que estos mensajes los vea la gente", resumió Cinalli, quien había hecho declaraciones similares a lo largo del juicio que se desarrolló en Dolores durante todo enero de 2023.
Por otro lado, se refirió al distanciamento con los condenados a perpetua.
"Ayrton, yo y Lucas (sic) estamos un poco distanciados de los otros chicos. No te voy a decir que super peleados pero sí distanciados de palabra".
"
Máximo seguramente lo lleven hacia otro lado. Sinceramente no sé a dónde, pero sé que lo van a trasladar a otro lado y va a estar solo. Rosalía (la madre de Thomsen) quiere llevarlo (sic) a Campana pero no se sabe", convino Cinalli en referencia a la presión que la familia de Máximo Thomsen puede llegar a ejercer sobre el Poder Judicial y el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
"Aunque yo creo que nunca nos van a poner con otros presos porque podrían hacernos daño y por eso casi nadie quiere recibirnos en la cárcel. Pero quizás sí vamos a Campana los tres. Y los de perpetua hacia otro lado. Para mí sería muchisimo mejor (seguir) juntos, pero bueno, hay peleas a veces y si la ley dice que nos tienen que separar será así", completó.