En el marco de su viaje a Estados Unidos, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, respaldó la actuación de la Policia en atentado contra Cristina Kirchner y advirtió que los atacantes tienen "entrenamiento en inteligencia".
“Yo respaldo la actuación del jefe de la Policía, Juan Carlos Hernández. No hay razón alguna para que resigne su cargo”, señaló Aníbal Fernández, quien viajó al país norteamericano para profundizar las relaciones institucionales con la DEA, el FBI y Homeland Security. Los organismos norteamericanos pusieron a disposición de la justicia argentina toda la capacidad tecnológica y de inteligencia para colaborar en el esclarecimiento del atentado contra Cristina Kirchner.
Y añadió: "Los jefes y subjefes trabajan en función del marco que yo definí y lo hacen excelentemente bien, a cualquiera que -sin saber nada- me venga con cuestionamientos, lo saco remil cagando".
El titular de la cartera de Seguridad ratificó que
el Gobierno trabaja sobre la hipótesis de que detrás del ataque existe una estructura más importante que la que salió a la luz hasta ahora y añadió un dato revelador: “Aún no sabemos si Sabag Montiel llevaba el arma o se la dieron antes de gatillar”.
Fernández centró su interés en el rol de Gabriel Carrizo, jefe de los Copitos. Le llama la atención el contenido de sus chats y el costo de los honorarios de su defensor privado. “Son abogados caros. ¿Lo paga vendiendo copitos”?, se preguntó frente a los periodistas.
“Aparecen personajes que por la estatura de trabajo que han llevado en otros casos
me dan que entender que cobran un dinero que no se puede pagar vendiendo copitos de azúcar. Tenés que vender 100 copitos en un día para pagarle una hora a un abogado. Miren para arriba”, reiteró sobre los abogados del acusado Gabriel Carrizo.
En esa línea, indicó: "Hay
actitudes que son de entrenamiento de alguien que tuvo formación. Mal hechos pero con formación, puede ser un policía, puede ser un gendarme”.
Por último, adelantó que "hay relaciones que se van a ir descubriendo porque información para procesar todavía hay, como para hacer dulce, tenemos una parva de gente trabajando".