Tras 20 años de incumplimiento, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volvió a prometer la construcción de la línea F de subte, pero sólo garantizaría la concreción del ramal en un tramo menor, entre Constitución y la plaza Rodríguez Peña (Recoleta), en el cruce con la línea D.
Larreta comenzó a coquetear con la promesa de la línea desde 2016. Con ideas y vueltas entre la empresa concesionaria y el Ejecutivo de la Ciudad, en
2017 se avanzó con los estudios de factibilidad técnica y financiera para concretar la obra por un costo de 1050 millones de dólares. Su construcción comenzaría a partir del año 2020. Pero el tiempo pasó y la obra nunca comenzó.
En
2019 se inauguró la extensión de la línea E, allí Franco Moccia, Ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, anunció avances en los estudios para la concreción de la línea F, la cual contaría con 13 estaciones. Mientras que Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) lanzó ese mismo año una licitación pública internacional para iniciar la etapa de ingeniería de la línea.
Sin embargo, Rodríguez Larreta suspendió nuevamente en febrero del
2020 la construcción de la línea F, al menos durante su mandato, con el motivo de la crisis económica actual del país.
De acuerdo al nuevo anuncio, los trabajos de ingeniería empezarán en las próximas semanas y se extenderán por 18 meses.
Las obras para el primer tramo del ramal recién podrían comenzar en 2024 y contarían con un presupuesto de 3 millones de dólares.
Los cambios en la primera etapa del estudio, se analizará el eje central de la
futura línea F que correrá debajo de las avenidas Entre Ríos y Callao. Este segmento facilitará el desplazamiento de pasajeros entre el norte y sur de la ciudad sumándose como alternativa transversal. En los extremos conectará a las líneas C (estación Constitución) y D (estación Callao), y su recorrido de 5,2 kilómetros también permitirá transbordos con las líneas A, B y E. Ese tramo de la traza coincide con la zona más densamente poblada de la ciudad y se calcula que tendría una demanda diaria estimada de hasta 300.000 pasajeros. Por eso, las autoridades eligieron comenzar por ese segmento, con seis estaciones en principio: Constitución, Cochabamba, Chile, Congreso, Sarmiento y Paraguay.
La línea F es una deuda de la gestión porteña, al igual que las líneas G e I, ambas también contempladas en la ley del 2001.