El Gobierno argentino votará la suspensión de la Federación Rusa como miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a raíz de los crímenes de guerra perpetrados por Rusia en la ciudad ucraniana de Bucha.
La votación está prevista para este jueves en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En ese marco, para aprobar la moción se necesita una mayoría especial -dos terceras partes de los presentes-, y en la Casa Blanca consideran que no habrá mayores inconvenientes al momento de contar con el número necesario.
La iniciativa del Departamento de Estado fue analizada por Alberto Fernández, Santiago Cafiero y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello durante un largo almuerzo en la Casa Rosada. El mandatario escuchó los argumentos de sus funcionarios, en base a las evidencias presentadas por la administración de Joe Biden, y al terminar la reunión decidió que Argentina apoyaría la suspensión de Rusia.
El jefe de Estado argentino también tuvo en cuenta que Argentina lidera el Consejo de Derechos Humanos en la ONU y la trayectoria del país respecto al juzgamiento de militares y civiles involucrados en desapariciones, asesinatos, torturas y violaciones cometidas durante la última dictadura militar.
Vale recordar que el vicecanciller Pablo Tettamanti, condecorado en su momento por la Federación Rusa, intentó colocar a la Argentina entre los escasos miembros de la ONU que votaría por la abstención frente al proyecto de Estados Unidos. Pero Cafiero rechazó los consejos de Tettamanti y fue con una posición sin fisuras al almuerzo con Alberto Fernández en Balcarce 50.
La masacre cometida por orden de Vladimir Putin en Bucha se acerca al concepto internacional de Genocido. Cuando el Ejército Rojo se retiro de la ciudad, cientos de cadáveres fueron encontrados en sus calles. Ante la cantidad de cuerpos, las autoridades militares de Ucrania resolvieron abrir fosas comunes para evitar una tragedia sanitaria.