El expresidente del Banco Central durante la gestión de Macri, Guido Sandleris, se refirió a la situación financiera del país y advirtió sobre el nivel de endeudamiento del gobierno actual, "está dejando una bomba para la administración que viene, que va a ser peor que la de 2015".
En este sentido analizó, "no veo hiperinflación pero la economía puede empeorar, algo que dejará a quién llegué en 2023 con una bomba muy complicada de desactivar" y remarcó que "cuando una mira los datos de la deuda y los compara con el relato del gobierno la diferencia es abismal".
"Durante los dos primeros años de mandato de Alberto Fernández, la Argentina se endeudó en u$s33.000 millones por año mientras el Gobierno de Mauricio Macri se endeudó en u$s12.000 millones anuales" expresó y sostuvo que "Cristina Kirchner, en su segundo mandato, tomó casi u$s17.000 millones por año".
Sandleris subrayó que "no nos debe sorprender que el kirchnerismo tenga problemas con los datos y con la realidad".
A su vez, el extitular del BCRA comentó que los gobiernos toman deuda "porque gastan más que lo que recaudan" y acotó, "es decir, porque tienen más déficit fiscal, cuando Macri toma la deuda con el FMI, es porque tenía una serie de vencimientos que en buena parte había heredado y que tenía que pagar".
"Tanto Macri como Fernández tomaron deuda con el FMI para pagar deuda", señaló.
Sandleris, al ser consultado sobre la gestión en materia de energía, cuestionó la segmentación de tarifas que planteó el Presidente en la apertura de sesiones ordinarias para reducir los subsidios a la electricidad y al gas.
En ese marco afirmó que la segmentación "no alcanza para corregir el desequilibrio fiscal, pero es un sinsentido que un país con 40% de pobreza se esté subsidiando las tarifas a quienes la pueden pagar" a la vez que reconoció que con Macri hubo "errores" en la implementación del ajuste de las tarifas.
Para cerrar, Sandleris le reclamó al Gobierno que actúe "con responsabilidad para resolver los problemas de la gente y no patearlos para adelante", y concluyó, "es difícil ser optimista, aunque todavía tiene la oportunidad para corregir".