Tras meses de tensiones en torno a la reforma del bloque, el canciller Santiago Cafiero y su par de Brasil, Carlos França, anunciaron un acuerdo para reducir en un 10 por ciento el arancel externo común del Mercosur "en un universo muy amplio de productos".
La reducción de las tarifas de importación de productos fuera del Mercosur "contempla las distintas necesidades de los países miembros", manifestó el comunicado conjunto, en el que también se indicó que la propuesta deberá ser presentada a los otros socios, Paraguay y Uruguay.
El funcionario argentino defendió el "robustecimiento" del Mercosur y destacó que la adecuación arancelaria en el bloque acordada con Brasil preserva al sector productivo más sensible como el automotriz, el textil y el calzado.
"Se han podido contemplar los intereses productivos de cada uno de los países", dijo Cafiero luego de reunirse con su par brasileño en el marco la visita que realiza en ese país junto al ministro de Desarrollo Productivo, Martin Kulfas, y el embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli.
Por su parte, el canciller brasileño afirmó que es un "gran entusiasta" de lograr un acuerdo con Argentina para comprar gas del yacimiento de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, destinado a los consumidores brasileños. En esa línea, hizo hincapié en la posibilidad de que un gasoducto desde Vaca Muerta sea el sostén del futuro crecimiento de Brasil, país que se encuentra en la peor crisis hídrica en 91 años, con aumentos de tarifas por la sequía de sus hidroeléctricas y depende, en términos de gas, del acuerdo que mantiene con Bolivia.
"Para Brasil, Argentina es una prioridad absoluta", dijo França en una declaración a la prensa luego de reunirse en Brasilia con el canciller argentino.
El comunicado conjunto difundido por ambas cancillerías sostuvo que "los Ministros lograron los consensos necesarios para definir juntamente con los demás socios del Mercosur los alcances y características de la revisión del Arancel Externo Común".
En ese sentido, destacaron que se trata de "un paso importante hacia el aumento de la competitividad de los Estados Partes y hacia el fortalecimiento de los procesos productivos regionales", que "impulsen una inserción beneficiosa de la producción del Mercosur en las cadenas globales de valor".