El avance de las causa en la que se investiga la muerte del
Alberto Natalio Nisman va dejando novedades que blanquean situaciones denunciadas previamente y que podrían derivar en novedades acerca de los últimos momentos de su vida:
el juez federal Sebastián Casanello citó a declaración indagatoria al mánager de modelos Leandro Santos por el delito de coacción y amenazas contra la modelo Florencia Cocucci, una de las del famoso viaje a Cancún, con el objetivo de que ésta callara que recibía dinero del fiscal, entre otros.
Según publicó hoy Página 12, la imputación en Comodoro Py refiere a supuestamente Santos amenazaba y hostigaba a la mujer
“con armas, videos y mensajes anónimos” para que no contara que cobraba por sus servicios prestados a Nisman tiempo antes de su muerte, en especial en un viaje a México del que se conocieron fotografías.
La denuncia original fue realizada por el abogado de Cocucci,
Omar Saker. La citación que pondrá cara a cara al mánager que estuvo preso por proxeneta con Casanello es para el jueves 15 de julio a las 10 y no será de forma presencial. Un dato a tener en cuenta es la poderosa y principalmente mediática defensa que había contratado:
Fernando Burlando fue su abogado, aunque no está claro si sigue al frente del caso, por lo que está asistido por Alejandro Novak y Eugenio Blanco.
Cocucci, la joven que denunia haber sido hostigada por Santos, fue una de las dos chicas (la otra Constanza Antonacci) que viajaron a Cancún con Nisman, movimiento del cual surgieron las famosas imágenes del fiscal con las dos mujeres.
Iniciamente, Cocucci había declarado ante la ex fiscal
Viviana Fein que no sabía quién había pagado el pasaje, pero sí aseguraba que había sido Nisman el organizador del viaje. La joven, además, testificó, igual que la modelo Danisa Sol Fernández, que el fiscal le consiguió la visa para entrar a Estados Unidos y algo similar contó una tercera modelo.
Por su parte, Santos le negó a la fiscal ser amigo de Nisman, pese a que fue la última persona que habló con él en la noche del 17 de enero de 2015, 24 horas antes de la aparición del cuerpo del fiscal en el baño del departamento del edificio Le Parc. El manager no contó nada significativo del contenido de sus diálogos con Nisman.
Cocucci y su abogado, Saker, denuncian que Santos la extorsionó y amenazó, incluso con armas, para que no revelara la existencia de un trato económico con Nisman y con otras personas. El hostigamiento fue tan fuerte que se tuvo que ir de Buenos Aires, en principio a Mar del Plata.
Durante el trabajo de Fein al frente del caso, Cocucci declaró pero la fiscal descartó seguir avanzando porque consideró que se trataba de temas personales. Tampoco profundizó en el inaudito poder económico que exhibía Nisman ni en que sus viajes. Para la funcionaria judicial, esos hechos no tenían relación con la muerte investigada.
Lo único que Fein sacó en claro es que Nisman no tenía la menor preocupación por el tema de seguridad: viajaba por el mundo, como en el paseo a Cancún, sin guardaespaldas y, en verdad, usó a sus custodios de la Policía Federal como choferes y cadetes. El juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, a seis años de la muerte del fiscal, mantienen a los cuatro custodios imputados, embargados, sin trabajo, incluyendo a los dos que completaron su turno el sábado, cuando Nisman estaba con vida.
Leandro Santos ya estuvo preso por proxenetismo en 2012, antes de la muerte del fiscal, y luego en 2017, aunque sostiene que él no tiene nada que ver con lo que las modelos hacen con su vida privada. La sospecha de Cocucci y su abogado es que los aprietes apuntan a silenciar a la modelo sobre su relación con Santos y tratos económicos relacionados con fiestas y servicios sexuales.
Cocucci y Saker denunciaron a Santos ya en 2016 cuando ella iba a declarar en la causa Nisman. En ese momento, recibía amenazas en su celular, le advertían que iban a publicar videos sexuales, recibía citaciones en distintos juzgados y cuando iba a los tribunales no existía ninguna causa. En forma permanente le hacían llegar el mensaje “atenete a las consecuencias si hablás”, a través de llamadas o mensajes de todo tipo. Cocucci aportó elementos en el expediente que demostrarían que Santos estaría detrás de las amenazas y extorsiones y por eso el juez Casanello tomó la decisión de llamarlo a indagatoria.
TAMBIÉN LA ESPIÓ LA AFI DE MACRI
En noviembre del año pasado, salió a la luz que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) involucró a la misma modelo, Cocucci, en un supuesto acto de terrorismo internacional para lograr una autorización judicial para escuchar sus comunicaciones durante la segunda mitad de 2016.
La Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, que preside Leopoldo Moreau, había recibido información tanto del juzgado que intervino como de la Policía Nacional del Reino de España, a la que había invocado la AFI para abrir la “precausa”.
Desde Madrid confirmaron que no habían tenido intervención, por lo que quedan pocas dudas de que se trató de un artilugio de la AFI macrista para espiar a la modelo justo cuando la causa por la muerte del fiscal del caso AMIA estaba por pasar definitivamente a los tribunales de Comodoro Py, donde se instaló la línea del homicidio.