En el marco de una conferencia de prensa organizada por APERA de la que participó Política Argentina, los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo), Alberto Descalzo (Ituzaigó) y Juan Zabaleta (Hurlingham) se refirieron a la complicada situación que padecen sus distritos y el AMBA en general ante el avance de la segunda ola de coronavirus.
“Los muertos no van a la escuela, los muertos no compran en los negocios, los muertos no van a trabajar”, graficó Menéndez, para expresar la necesidad de restringir aún más la circulación del covid-19.
Consultado sobre la posibilidad de ir a una Fase 1 y las consecuencias políticas que de eso devendría, Zabaleta señaló: “No podemos medir el costo político ante la decisión de quedarse sin camas de terapia o respiradores. Si la cosa se complica, no hay que dudar en salvar vidas”. “No medimos costo políticos, no queremos que les falte cama y respirador a nadie”, insistió.
A su vez, el intendente de Ituzaingó aclaró que
“costos se pagan siempre”. “Uno decidió ser intendente o funcionario público y sabe que tiene que tomar decisiones que no son siempre simpáticas”, sostuvo Descalzo al tiempo que advirtió ante colegas del interior del país que
“lo que pase acá, tarde o temprano va a llegar a Córdoba, Santa Fe y las demás provincias”.
Crítico con el gobierno de
Horacio Rodríguez Larreta Menéndez advirtió que
“se equivoca el gobierno de la Ciudad cuando niega la misma realidad que los golpea a ellos”. Tras destacar la cantidad de habitantes de su distrito que viajan a CABA para trabajar o estudiar, alertó que “todo lo que le suceda a la Ciudad le sucede después a Merlo”.
Menéndez consideró que “es un error que la Ciudad tome un camino diferente respecto de los cuidados, mirando las encuestas”, y al respecto parafraseó al general Perón al señalar que “los políticos comunes viven pensando en las próximas elecciones; los estadistas piensan en las próximas generaciones”.
En tanto, Descalzo cargó contra quienes desde la oposición resisten las restricciones.
“Quieren que la Argentina explote; son los mismos que esperaban que explote el conurbano bonaerense… No explotó, no va a explotar, no le va a faltar comida a ninguna vecina o vecino; no le va a faltar cama a ninguno; nos vamos a romper el alma, pero lo que aspiramos es a que vivan dignamente más allá de la pobreza a la que nos condenaron los 4 años de gobierno amarillo”, indicó.
Menéndez también alertó que “lo que se mantiene estable es el colapso del sistema sanitario privado”, y en ese sentido reconoció que las seis clínicas que tiene el distrito hace varios días que no toman pacientes.
Sostuvo que la dinámica es compleja.
“Hace cuatro días estábamos al 90% de nuestras terapias intensivas; hoy estamos al 80%”, pero remarcó que “el pico de contagios en la primera ola fue de 180 contagiados por día, y hoy estamos a 350 por día, con picos de 420”. E insistió:
“Los muertos no van a la escuela, los muertos no van a trabajar, no van al almacén…”.