Desde el municipio de Avellaneda dieron de baja la beca que tenía
Stefania Desirée Purita Díaz, por la cual había cumplido diferentes tareas en la Municipalidad, como consecuencia de que se viralizaran imágenes de
la joven de 18 años tras haber sido vacunada contra el coronavirus y, hasta donde se conoce, no padecer enfermedades prevalentes.
Magdalena Sierra, la jefa de gabinete del Municipio de Avellaneda y esposa del ministro nacional y jefe comunal en uso de licencia
Jorge Ferraresi,
decidió suspender la beca y prescindir de los servicios que prestaba Purita Díaz dentro de la Secretaría de Educación.
Desde la Municipalidad de Avellaneda indicaron que la joven “era administrativa en la Secretaría de Educación” y que la vacuna Sinopharm la recibió porque “se había anotado como voluntaria para las pruebas cuando se empezaba a hablar de la vacunas chinas”.
QUÉ DIJO PURITA DÍAZ
La joven de Avellaneda ahora ex integrante de la secretaría de Educación del municipio de Avellaneda le explicó a Infobae sus razones y argumentos para haber recibido el fármaco de origen chino tras la escalada mediática que tuvo su vacunación contra el coronavirus por no integrar grupo de riesgo.
En primer lugar,
aclaró que se anotó en diciembre del año pasado al registro de Vacunate PBA, cuando todavía no se había iniciado el plan de inoculación, que ella además era voluntaria de la vacuna Sinopharm y que lo hizo para cuidar a las personas de su entorno ya que su madre es paciente oncológica y también convive con su abuela de 95 años.
Pero principalmente se ocupó de quitar cualquier tipo de responsabilidad en lo ocurrido al ministro a Jorge Ferraresi.
“No tiene nada que ver, ni sabía que me había anotado”, sostuvo en el marco de su versión de los hechos, que hasta el momento muchos habían contado sin consultar a la fuente.
“Me inscribí por la página antes de que lleguen las dosis al país. No había una certeza de cómo iba a ser la distribución de dosis. Esto fue previamente a que la vacunación llegue y me inscribí a modo de voluntariedad para aplicarme la dosis por varios motivos”, arrancó explicando la joven.
Y detalló que quiso vacunarse “en función de cuidar las personas de los ámbitos" en los que participa, porque convive con su "madre que es paciente oncológica y es mayor de edad y una abuela de 95 años".
"Si me contagio podía contagiarlas”, continuó, pero también agregó que la pusieron "en responsabilidad de vacunarme" porque sus compañeros de trabajo "son docentes”. Antes de ser becaria de la Secretaría de Educación había trabajado en Ceremonial.
“Nunca jamás fui secretaria de nadie”, dijo en referencia a la vinculación laboral con Ferraresi que algunos hipotetizaron y aclaró también que “el área de protocolo no tiene nada que ver con la vacunación, esa fue otra etapa cronológica de mi vida”.
Relató que le avisaron "por la página" de su turno para vacunarse y aclaró que quiso donar su dosis “pero se me puso en responsabilidad de vacunarme por mis compañeros, por una cuestión de cuidado”.
“No tiene que ver con ningún acomodo -la vacunación- tiene que ver con un llamado legal en el marco correspondiente de una página”, repitió. La página a la que refiere es Vacunate PBA.
También despegó del caso a Ferraresi. “Quiero desvincular al ingeniero Jorge Ferraresi y a su familia porque él no tuvo nada que ver con mi vacunación. No estaba enterado que me iba a vacunar. A mí nadie me acomodó y Ferraresi no tiene nada que ver. Tampoco cumple un rol en el espacio laboral donde yo trabajaba (en la secretaría de Educación)”.
“Quien se vacuna no tiene la culpa de ser llamado a vacunarse. Hay un accionar que te estigmatiza”, completó.