Parece ser que el juez
Juan Carlos Gemignani no sólo ejerce la violencia de género como práctica habitual -por la reincidencia- sino que también se comporta de manera patotera en general:
hoy irrumpió en un encuentro al que no había sido convocado y allí, de manera presencial, le entregó un escrito a Gustavo Hornos, el titular de la Cámara Federal de Casación que acostumbraba a ir a Casa Rosada a charlar con Mauricio Macri, exigiendo que sus mensajes machistas y misóginos durante el Día de la Mujer no sean certificados y amenazando con acciones legales contra aquellos magistrados que avanzaran en ese sentido.
Así, Gemignani se opuso a que los mensajes que envió a sus colegas de la Cámara Federal de Casación penal por el Día de la Mujer trabajadora (8M), por los que fue acusado de machista, sean certificados y amenazó con iniciar acciones legales contra los jueces de ese tribunal si eso llega a ocurrir.
Con la nota presentada, lo que busca el integrante del máximo tribunal penal del país es evitar que se certifique y se haga público el mensaje que envió al resto de sus colegas en virtud del 8M, que comenzaba con la frase
"Feliz día para todas!!! Especialmente para las delincuentes!!!", que ya le valió una denuncia ante el Consejo de la Magistratura.
De forma sorpresiva, Gemignani lo planteó a través de un escrito que le presentó hoy a Hornos, el titular de Casación que tiembla por las investigaciones acerca de sus reuniones con Macri, durante una reunión de acuerdo de superintendencia a la que asisten también los presidentes de las distintas salas de ese tribunal.
"En mi carácter de juez de la Cámara Federal de Casación Penal, habiendo tomado conocimiento de la existencia de un pedido para la certificación de mensajes del Chat de WhatsApp de la cámara, vengo expresar mi expresa negativa a proceder a la publicidad de cualquier forma del contenido de esas comunicaciones", sostuvo Gemignani en el texto al que accedió Télam.
Uno de los elementos, además del insólito pedido, que más sorprendió a sus colegas es que
Gemignani se presentó a una reunión a la que no estaba convocado, dado que no preside ninguna sala del tribunal: entró con el texto en la mano a la sala de acuerdo y se lo dejó a Hornos ante la mirada de los distintos presidentes de las cuerpos de Casación que participaban del encuentro, algunos de forma presencial y otros de forma virtual.
El pedido de certificación había sido formulado por las juezas de Casación
Ángela Ledesma y Ana María Figueroa quienes sostuvieron que el contenido de esos mensajes es "intolerable".
En el oficio que Gemignani presentó hoy en el acuerdo de Superintendencia, sostuvo que
"el contenido de esas comunicaciones está considerado parte de los derechos de privacidad de la correspondencia epistolar en términos claros en el artículo 18 de la Constitución nacional" por lo que
"conformaría una gravísima afectación a la privacidad de todos los incorporados a este medio de comunicación la divulgación de su contenido".
"Frente a la eventualidad de la divulgación de cualquiera de los incorporados en el referido medio de comunicación me veré obligado a proceder a formalizar acciones pertinentes contra todos lo que por acción u omisión contribuyeron a esa divulgación", argumentó el magistrado que ya tiene antecendentes de violencia de género, cuando encerró a una empleada por no obedecer órdenes suyas fuera de horario y forma.
Según pudo reconstruir la agencia pública de noticias, antes de terminar la reunión de acuerdo, Hornos le dijo a los presidentes de las salas de ese tribunal (Daniel Petrone, Alejandro Slokar, Mariano Borinsky y Carlos Riggi, que se sumó en lugar de su colega Liliana Catucci) que evaluaría cómo proceder para dejar registro formal de esas comunicaciones que ya están bajo la mira del Consejo de la Magistratura.
"¿Nos dejó una amenaza?", habría preguntado uno de los jueces presentes, según pudo saber Télam. Otro dato de los qeu envuelven al tembladeral que ocurre en Casación tiene que ver con que Hornos se comprometió ante sus colegas a convocar a un Acuerdo General, al que asistan los 13 de la Cámara, algo que le venían reclamando luego de que tomara estado público que durante el gobierno de Cambiemos vistió a Macri al menos 6 veces en la Casa Rosada.
