Con el propósito de acelerar la solución del problema de hábitat de la Argentina, que tiene años pero que se potenció por el retiro del Estado durante los años de macrismo,
el Gobierno nacional creó el Programa Nacional de Construcción de Viviendas denominado Programa Casa Propia-Construir Futuro, que apunta al financiamiento y construcción de 120 mil casas accesibles para los sectores más vulnerables en todo el país durante el trienio 2021-2023.
El objetivo de la medida es promover y financiar proyectos para el desarrollo de soluciones habitacionales que mejoren las condiciones de sectores vulnerables y de medianos recursos y una cuestión central de la iniciativa es que las 120 mil casas a levantar podrán ser adquiridas por familiares mediante un programa de cuotas accesibles para sus ingresos y a largo plazo.
La vigencia de ese plan, denominado "Programa Casa Propia-Construir Futuro", quedó formalizada por medio de una resolución del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, que encabeza
Jorge Ferraresi, publicada este martes en el Boletín Oficial.
El elemento -a juicio de este redactor- más destacado desde el lado de la ciudadanía argentina es que
el valor de las cuotas a abonar no estará atado a mecanismos como los UVA sino que oscilará entre el 20% y el 30% de los ingresos del grupo familiar, hasta un máximo de 360 cuotas.
En cuanto al rol del Estado y la continuidad de la política, el elemento remarcable tiene que ver con la
obligatoria reinversión del total de los fondos recaudados en nuevos proyectos del mismo tipo.
"La reconstrucción de la Argentina implica entre otras cosas la capacidad del Estado de volver a construir viviendas", destacó el secretario de Desarrollo Territorial,
Luciano Scatolini, quien subrayó que "esta es una tarea que el Gobierno ha emprendido desde el primer momento, a pesar de las dificultades de la pandemia" de coronavirus.
El Programa tiene como objetivo principal
"promover y financiar proyectos para el desarrollo de soluciones habitacionales que mejoren las condiciones del hábitat, vivienda, infraestructura básica y equipamiento comunitario de los hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas y grupos vulnerables, y de sectores poblacionales de medianos recursos".
La idea es contribuir "con el descenso progresivo del déficit habitacional cuantitativo y cualitativo de la Argentina", que según estimaciones se ubica en tres millones de unidades.
Scatolini indicó que "el programa Casa Propia genera una política federal de vivienda, con acuerdos con todos los gobernadores del país, intendentes y sindicatos", y sostuvo que "es una tarea que no ha comenzado en este último tiempo, sino que tiene que ver con una decisión desde el comienzo del Gobierno por apostar por la economía real, por el trabajo genuino de los argentinos".
La construcción de la vivienda no solamente es la posibilidad de lograr el sueño de la casa propia, como se llama el programa, sino también es la reactivación laboral de los pueblos, la llegada de nuevas oportunidades, de nuevos equilibrios territoriales que necesita el país para darle cada vez más dignidad al pueblo.
El plan promueve el desarrollo de soluciones habitacionales con estándares de calidad adecuados, mediante la ejecución de obras nuevas, y para ello propone "la incorporación de mano de obra, la reinserción social y laboral de la población afectada.
También postula movilizar la economía a partir de los mercados locales de materiales e insumos para la construcción, fortaleciendo el proceso de reactivación económica del sector habitacional.