01.11.2020 / Tomas de tierras

El Gobierno bonaerense defendió la "respuesta integral" en Guernica y criticó "intransigencia" de "grupos de izquierda"

Kicillof valoró la “buena respuesta” de su gestión por el acuerdo pacífico con la mayoría de las familias de la toma, a la vez que reconoció la deuda habitacional y el programa oficial para solucionarla pero avaló la actuación policial en el desalojo. Larroque indicó que "hubo organizaciones que prefirieron profundizar el conflicto" y Berni las acusó de tener un "arsenal de gases lacrimógenos".




Mientras continúa trabajando en Guernica, en el partido de Presidente Perón, para dar una solución al menos momentánea a las personas que aún continúan con dificultades habitacionales, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires salió a defender la "respuest integral, novedosa y buena" que brindó para lograr que la mayor parte de las familias de la toma aceptaran salir pacíficamente del predio y aceptar las propuestas y criticó la "intransigencia" de "organizaciones que prefirieron profundizar el conflicto antes que resolver el problema", en clara alusión a sectores de izquierda.

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, recordó que antes de la orden de desalojo presentó un "ambicioso plan de tierra y vivienda" y recordó las numerosas prorrógas que su gestión consiguió de parte de la Justicia para postergar el desalojo, y destacó que su gobierno dio “una respuesta integral, novedosa y buena”.

"Conseguimos que firmaran un acuerdo de desocupación voluntaria 736 familias. Hubo distintas intervenciones: desde una ayuda para la gente que había ido porque no pudo pagar más el alquiler, intervenciones por violencia de género, de salud, problemas de documentación, ayuda para materiales. Se dieron muchísimas respuestas, y también se dio un compromiso de buscar una solución de fondo", afirmó el mandatario provincial.

Pero aclaró que esto fue siempre "diciendo que este no es el modo" y que su gobierno asumió que "hay una deuda histórica, que no puede tener una solución inmediata y que las tomas no son la solución". Y agregó: "Por eso anunciamos un programa para tierra y vivienda de gran envergadura, en toda la provincia. En ese anuncio quedan enmarcados muchos de los que estaban en la toma: la preparación de lotes con servicio, y volver a un programa intenso de construcción de vivienda. Proyectamos 80 mil lotes con servicio y 11 mil viviendas por año".

"No haber podido llegar al desalojo voluntario, pacífico, de todos los que estaban en la toma es poco atribuible al trabajo que hizo nuestro gobierno", dijo Kicillof para defender el trabajo de sus funcionarios, y explicó que "la Justicia dio el último plazo para el 30 de octubre" y que "la posibilidad de no hacer caso a un desalojo era entrar en desacato".

En ese sentido, el gobernador recordó que "cuando se produjo el desalojo había muy poquitas familias que quedaban en la toma" y que "después había determinados sectores políticos, con muchos de ellos se pudo dialogar y llegar a una respuesta", pero "otros se presentaron como totalmente intransigentes".

"Se les dio todo el abanico de soluciones y la intencionalidad era no aceptar nada. Tal vez producir un hecho de violencia. No quiero cargar las tintas sobre esto, pero sí remarcar que fue un desalojo donde no hubo un solo herido. Yo no acepto que fue una represión, fue un desalojo a partir de una orden de un juez, donde había un corredor de salida, la presencia policial fue con todo el cuidado del mundo", enfatizó. 

Kicillof insistió en que "los sectores que no pensaban irse de ninguna manera, no se iban a ir" y diferenció el operativo policial de "otras situaciones como esta que terminaron con muertos y heridos", mientras que "en este caso se llegó a dar una respuesta a la enorme mayoría".

Consultado por Página 12 acerca del relevamiento impulsado por las organizaciones de izquierda, que hablaba de 1400 familias que "quedaban en la toma", el mandatario desmintió ese número y argumentó: "Si hubiera habido esa cantidad de familias, los tres dispositivos transitorios que dispusimos para recibir a los que efectivamente hubieran quedado desamparados al momento del desalojo, se hubieran llenado, y no fue así. Preparamos la Casa de la Niñez, el Club de la Juventud y el Comedor Esperanza, con baños, agua caliente y fría, esperando a esas familias. Y se recibió muy poquita gente. Hubo algunos que se censaron pero que no estaban en la toma. Viviendas precarias en la toma, no eran más de 600".



En tanto, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, coincidió con Kicillof y aseguró que en la toma de Guernica "hubo organizaciones que prefirieron profundizar el conflicto con el Gobierno antes que resolverle el problema a la gente".

"Es una mentira absoluta que el gobierno se haya retirado de la mesa de negociación", sostuvo en declaraciones a "El Fin de la Metáfora", en Radio 10, y agregó que "la toma tenía una complejidad por temas políticos y comerciales".



Quien fue más duro con las agrupaciones de izquierda que intervinieron en las mesas de diálogo promovidas por el Gobierno bonaerense fue el ministro de Seguridad, Sergio Berni, que defendió el operativo de desalojo realizado en el predio de Guernica y afirmó que los gases lacrimógenos que se vieron "provinieron de grupos de izquierda", por lo cual solicitó a la justicia que "tome nota" en el asunto.

"Agradezco la posibilidad de aclarar que ninguno de los gases lacrimógenos que se vieron en el desalojo fueron tirados por nosotros. Todos provenían de grupos más radicalizados de izquierda que tenían no solamente esos gases sino también las máscaras antigases", acusó Berni en radio Mitre.

Y agregó: "Solamente en Argentina puede pasar algo así y que quede naturalizado, que tengan semejante arsenal como yo nunca vi. Creo que la justicia tiene que tomar nota sobre esta situación".

"Sólo en Argentina puede pasar que un grupo se maneje con la violencia con la que lo hicieron. Además el discurso que tienen quedó desterrado después después de ver cómo tiraban gases lacrimógenos, incluso sobre los chicos que estaban allí", concluyó.

Desde la izquierda realizarán este lunes al mediodía una conferencia de prensa en la Legislatura porteña, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, para responder a los dichos del Gobierno provincial. Aseguran que "presentarán pruebas y testimonios contundentes sobre la falsedad de las imputaciones" y "se anunciarán acciones legales".