Después de la semana de la sublevación policial alrededor de la gobernación bonaerense y de la Quinta de Olivos que él fue uno de los pocos en no rechazarlas, de las advertencias sobre posibles golpes de Estado de un ex presidente y de una de sus socias fundadoras en Juntos por el Cambio,
no pasa inadvertida la nota de opinión en tono radicalizado y por lo menos desestabilizante de Mauricio Macri en La Nación.
A días de que
Horacio Rodríguez Larreta inaugure su experiencia en discursos de proyección nacional que lo (auto)colocan como candidato a liderar Juntos por el Cambio formalmente,
el ex mandatario aseguró tener que "romper el silecio" para atacar fuerte al gobierno de Alberto Fernández a través de varios elementos de los que cuestiona la oposición más radicalizada: el manejo de la crisis sanitaria, la cuarentena, la reforma judicial, la "libertad de expresión", la transferencia a la Provincia de Buenos Aires de recursos nacionales que él había trasladado a la Ciudad, entre otros puntos.
Con esas críticas como excusa más que como argumento, el ex presidente que se encuentra imputado en múltiples causas judiciales que incluyen el espionaje ilegal
elevó el tono desestabilizador al promover las "manifestaciones" como el "17A" y hasta incluso aclarar que cuentan con él porque -amenazó- lo que viene es "luz u oscuridad" y "Democracia o demagogia", entre otras propuestas binarias de un menú casi gracioso que suelen salir de las opiniones de Alfredo Casero o Fernando Iglesias, pero que en este caso suenan más a Hernán Iglesias Illia y Hernán Lombardi.
Según la nota que escribió en
La Nación, Macri siente "inquietud sobre la dolorosa y delicada circunstancia que atraviesa la República Argentina", porque "las autoridades al frente del Poder Ejecutivo Nacional vienen desplegando una serie de medidas que consisten en el ataque sistemático y permanente a nuestra Constitución" con el objetivo de "poder gobernar sin límites". Extraño comprobar eso cuando JxC bloqueó el Congreso hace días con excusas acerca de qué temas debatir presencial o remotamente, cosa que no discuten en las provincias que gobiernan.
En la nota a modo de carta titulada
"Para defender el presente y ganar el futuro", el fundador del PRO y actual presidente ejecutivo de la Fundación FIFA (Asociación Internacional del Fútbol) aseguró que "el rumbo que ha tomado el país deja al descubierto la intención del gobierno de establecer un Nuevo Contrato Social" en una Argentina guiada "con principios dominantes inéditos".
Menciona entre esas intenciones buscar vulnerar el "equilibrio de los poderes del Estado" en el Congreso, al pretender "condicionar al Poder Judicial con una reforma que ya tiene media sanción", "debilitar" los organismos de control del Estado y "retroceder" en el federalismo al buscar "condicionar" a los gobernadores de las provincias con el envío de fondos, lo que dijo "fue coronado con la reciente e indignante presión al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
También va contra las medidas para contener el avance de los contagios de coronavirus, al afirmar que "utilizan las restricciones sanitarias para impedir la libre circulación de los personas".
Tras llegar la semana pasada de Europa y romper la cuarentena oficialmente siete días después, acusó al Gobierno de "avasallar a la clase media para conseguir clientes dependientes del favor del Estado para poder sobrevivir".
Macri, que promovió la censura a medios y trabajadores de prensa, que desde su Poder Ejecutivo despidió a la mitad de la agencia pública de noticias sin argumentos, que pidió y consiguió el encarcelamiento de dueños de medios que luego fueron liberados por falta de pruebas en su contra, acusó a Alberto Fernández de atentar contra "la libertad de prensa", curiosamente en un momento en que la mayor parte de los grandes medios radicalizaron su discurso opositor.
“Cede el respeto a nuestras libertades individuales para que el debate y las opiniones no encuentren condicionamientos ni censura, porque la libertad de expresión es una institución democrática peligrosa para un gobierno personalista”, hizo el ex presidente que escriban Iglesias Illia y Lombardi escriban en su nombre.
Ya cerca del cierre, celebró las violentas manifestaciones de protesta vistas en las últimas semanas e invitó a multiplicarlas.
"Ciudadanos movilizados y atentos que han ganado las calles. Desde la lucha contra la resolución 125, la exigencia de verdad sobre la muerte del fiscal Nisman, las marchas del SíSePuede, o el más reciente 17-A la conciencia cívica se expresa. Autoconvocada y vigorosa se hace oír como en las grandes gestas", dijo Macri.
Sobre el final, en dos párrafos
invita a la radicalización desestabilizadora con advertencias apocalípticas y se propone como alternativa.
"Hay que dar una discusión profunda y responsable sobre cuáles son los principios que deben regir Nuestro Orden Social: es la República o la republiqueta; es Democracia o demagogia; es elecciones libres o no habrá transparencia en los resultados; es seguridad o vivir con miedo; es el Estado de Derecho o es la jungla; es la propiedad o es la apropiación; es libertad de expresión o censura; es educación o adoctrinamiento.Es verdadero o es falso. Es luz o es oscuridad".
Ante "el insistente y vertiginoso accionar del `vamos por todo´", dice Macri, que "extravía el rumbo de la Nación. hay que ir por el camino que la Constitución manda". Y cierra:
"Y para defender la Constitución ninguno de nosotros va a dejar de estar, hoy y siempre. Estamos a tiempo. Para defender el presente y para ganar el futuro".