La llegada al Congreso del proyecto de
Ley de Aporte Extraordinario, conocido como "impuesto a la riqueza" a pesar de tratarse de una contribución por única vez en el contexto de crisis por la pandemia del coronavirus,
generó una "grieta" entre algunos de los empresarios más poderosos y multimillonarios de la Argentina.
Por un lado, el titular de Swiss Medical Claudio Belocopitt, una de las 30 personas más ricas del país que supo apoyar algunas decisiones de la gestión de Mauricio Macri pero siempre con críticas, se manifestó "de acuerdo" con la iniciativa del Frente de Todos. No piensa igual Eduardo Costantini, fundador del Malba y empresario del real state, que tiene aún más recursos que el anterior pero se quejó de la medida porque, según dijo, es "confiscatoria".
Belocopitt, un vehemente defensor de las medidas de aislamiento, afirmó respecto a la pandemia del coronavirus que “no hay nada controlado" y que la situación atraviesa "uno de los peores momentos", y de acuerdo a esa perspectiva
aseguró en cuanto al proyecto de aporte extraordinario de las grandes fortunas que "si el dinero se va a invertir bien" está "de acuerdo con el aporte" de los más ricos.
"No me parece mal que en una situación de extrema vulnerabilidad los que más tengan tengamos que aportar un poco”, dijo en diálogo con el programa Crónica Anunciada por FutuRock, aunque agregó que "el aporte a las grandes fortunas genera más preocupación sobre los que el día de mañana van a tener que apostar a reactivar la economía".
El proyecto de aporte solidario y extraordinario que fue presentado por el Frente de Todos propone gravar a las personas que al 31 de diciembre de 2019 hayan declarado un patrimonio superior a los $200 millones. Según las estimaciones, serán alcanzadas unas 12 mil personas de grandes fortunas, a las que se les aplicaría un gravamen que va desde el 2% hasta como máximo un 3,5% del patrimonio a muy pocas fortunas.
Quien se expresó del lado contrario a hacer un aporte solidario es Costantini, un empresario que supo ser un fiel defensor del modelo macrista, además de beneficiarse de éste. Según el desarrollador inmobiliario y dueño del Malba en diálogo con Infobae, la norma que tratará el Congreso “es cuasi confiscatoria” y de aplicarse “significa una quita de capital”.
“Estoy en desacuerdo con este impuesto. De aplicarse significa una suba sustancial de Bienes Personales, además de que está gravando los mismos activos. Esto hace que suba la totalidad del porcentaje dependiendo a los montos pero a un número muy elevado, casi confiscatorio, sobre todo teniendo en cuenta la estabilidad precios y las tasas internacionales. Dependiendo de los montos, podría llegar al 7% u 8% del patrimonio”, dijo el empresario, que el año pasado figuró en el puesto 17 del ránking Forbes, con una fortuna de USD 790 millones.
El creador de Nordelta se mostró enojado con el pequeño aporte que debería realizar de aprobarse la iniciativa y señaló que “desfavorece las expectativas".
"Es una suba de impuestos a contrapelo de lo que hace el resto del mundo donde el Estado contribuye con las empresas transfiriendo recursos al sector privado debido a este coma inducido en el que está la economía”, argumentó.
Según Costantini, se podría haber pensado en una compensación. “En otra época sucedió algo similar y nos entregaron bonos. Está bien pedir un esfuerzo a la gente que más tenemos, pero compulsivo y a semejante tasa es confiscatorio. Y nuevamente castigando a los que tienen dólares en el exterior cuando sabemos que nuestro sistema empuja a tenerlo en una moneda estable”, dijo.