Era su oportunidad para alejarse de una calificación que algunos de sus propios correligionarios del PRO le ponen, hartos de algunas de sus actitudes, y que ahora que ya no es presidente hacen trascender con facilidad.
"Es un cheto frívolo", dicen. Pero desaprovechó esa chance, ya que
de vacaciones desde Francia Mauricio Macri se animó a chicanear al Gobierno sobre el arreglo de la deuda externa con bonistas privados bajo legislación externa que él mismo dejó al hablar de "finalmente" y de "default".
“¡Finalmente se cerró! Defaultear jamás puede estar bien”, le dijo el ex líder PRO en un escueto mensaje a Infobae, desde Niza, Francia, de viaje junto a su esposa Juliana Awada y su hija Antonia ahora en el Golf Club de Saint-Tropez, al interior de la ciudad de Ramatuelle, a pocos kilómetros de Saint-Tropez, en la Costa Azul.
Ocurre después del enorme
rechazo que produjo su viaje a los propios ciudadanos argentinos en Francia en medio de las restricciones vigentes en Argentina por la pandemia de coronavirus. Su presencia generó el repudio de la comunidad nacional en París que lo nombró persona “no grata” y organizó este lunes un acto de protesta en la explanada de los derechos humanos de Trocadero, frente a la torre Eiffel.