La pandemia del nuevo coronavirus no sólo generó una crisis sanitaria mundial sin precedentes y un daño económico que conoció pocas situaciones similares a lo largo de la historia, sino que también puso a los gobiernos en una condición que también pocos hechos le han provocado: decidir casi pura y exclusivamente sobre la marcha y teniendo que planificar cómo se va a planificar, aunque parezca redundante.
Es así que en Argentina, país elogiado por la OMS, el FMI y otros organismos internacionales en cuanto a su respuesta a la pandemia de la Covid-19,
el gobierno de Alberto Fernández espera ver qué resultados surgen de las actividades abiertas esta semana y las primeras particularidades provinciales surgidas de la tercera fase del aislamiento obligatorio, pero a la vez prepara un esquema "focalizado" pero no rígido para lo que será la cuarta etapa de la cuarentena, en la que se dispondrá grados de apertura en pueblos y distritos, sin clases y con cuidados para abuelos, y para eso se desplega una cadena decisional federal y cuatro parámetros fundamentales a tenerse en cuenta.
Así, según publicó en un artículo Clarín y el propio Gobierno reveló en declaraciones de varios funcionarios, l
a cuarentena será "focalizada" a partir del 27 de abril, con distintos grados de apertura por provincias, pueblos y ciudades, sin clases en ningún nivel educativo y con cuidados estrictos y particulares para los mayores de 60 o 70 años por unas cuantas semanas.
Está claro que no se trata de una fórmula rígida, ya que varía en diversos factores que se desarrollarán luego. De hecho, hasta habría aperturas diferentes dentro de un mismo territorio.
Cómo será la fase que empezará el próximo lunes para la cuarentena argentina está siendo determinado y diseñado por Fernández y el comité de emergencia por el Covid-19, pero lo que está claro es que el aislamiento continuará. Allí se fijarán criterios según población, actividad económica y comercial, transporte y situación epidemiológica.
"¿Tiene sentido que una ciudad donde no hay casos ni circulación del virus, siga con los comercios cerrados? No. Pero hay que ser cuidadosos y controlar bien para que el virus no llegue", preguntan desde el Gobierno, según Clarín, para explicar lo que sigue.
Hay elementos que están claros: el regreso de las clases no ocurrirá al menos hasta agosto -y aún está lejos de confirmarse esa lejana fecha-, y tampoco está previsto que vuelva, entre otras cosas, el transporte interjurisdiccional de media y larga distancia entre distintas ciudades. Los espectáculos deportivos, culturales y artísticos con público masivo, retornarán dentro de mucho tiempo.
LA CADENA DE DEFINICIONES
El gobierno nacional no está decidiendo cada paso a seguir solo: el esquema es federal y segmentado, y se hará un mapeo sobre qué actividad podrá retomarse en determinadas condiciones pero la decisión final será de los gobernadores, con facultad para disponer, o no, la apertura. Estos, a su vez, escuchan y escucharán la particular situación de cada pueblo, ciudad o distrito.
Es un hecho que la cuarentena en su cuarta fase arrancará el 27 de abril. No se requiere, para afirmar esto, recurrir a voces en off, sino que los funcionarios ya dijeron en on que habrá cambios a partir de ese día, como viene ocurriendo todas las semanas. A partir del lunes próximo, probablemente aún más se potenciará el rol y la definición de cada gobierno local, con aprobación final del Poder Ejecutivo.
LOS CUATRO FACTORES DETERMINANTES
En este esquema macro, el gobierno de Fernández hizo, hace y seguirá haciendo un mapeo que, a trazo grueso, enfocará la decisión que se anuncie el próximo fin de semana para la fase cuatro de la cuarentena "focalizada" según cuatro parámetros:
-En primer lugar, la situación epidemiológica: esto significa estudiar qué pasa con las estadísticas de cada distrito, si hay casos confirmados, hubo sospechosos, viajeros en el último tiempo, fallecidos y origen de la infección de cada paciente, a partir de lo cual se puede determinar si hay, o no, circulación comunitaria del virus. Con la descentralización de los testeos y la incorporación de análisis rápidos, se podría establecer con más exactitud el cuadro epidemiológico de cada provincia, explican los especialistas.
-El nivel de concentración de población: cuanta más gente hay en un determinado lugar, más riesgo y más difícil que se controlen los protocolos y medidas sanitarias. Por eso -aunque con excepciones como algunos casos en Chaco y Santa Fe, entre otros- las ciudades chicas y los pueblos son más plausibles de flexibilización y más pronto.
-Conexión con otras ciudades: si bien no volverá el transporte interjurisdiccional, el nivel de vinculo -y cercanía- con otras poblaciones puede ser determinante, porque incrementa la posible circulación del virus. En el caso del transporte pública local, se estudiará y se priorizará las zonas donde la circulación sea personal o de grupos chicos.
-El nivel de actividad económica y comercial: vinculado a los tres puntos anteriores y en función de la concentración y la circulación de empleados y potenciales clientes. Localidades con industrias pequeñas, actividades que exigen menos caudal de circulación, a lo largo de superficies de territorio menos extensas, tienen más chances de pronta flexibilización.