Ayer, los medios argentinos -principalmente
Clarín y La Nación- intentaron insistentemente forzar un presunto ruido o conflicto entre el gobierno nacional y el Vaticano entorno a
si la reunión entre Alberto Fernández y el Papa incluyó o no la cuestión del aborto, con quién se tocó eventualmente el tema y de qué manera se produjo. De hecho, hoy el Presidente hizo notar su enojo respecto de esa actitud "comunicacional" de un sector de la prensa, con el foco puesto en los mecionados diarios.
"Tienen una enorme necesidad de mostrar discrepancias, de hacer parecer que nos estamos peleando con la Iglesia. Los únicos que pelean son ellos, los que escriben los artículos", sostuvo el jefe de Estado hoy en una entrevista radial, y agregó: "No entiendo por qué se esmeran en tratar de hacer parecer un conflicto donde no existe. La única explicación que hay es que muchos necesitan que la discrepancia impere en Argentina".
Lo que verdaderamente ocurrió ayer fue que, después de que Fernández negara en conferencia de prensa haber hablado con Francisco acerca de la interrupción legal del embarazo, un comunicado del Vaticano incluyó la cuestión en un listado de temas que se abordaron en las "conversaciones" entre la comitiva argentina y la Santa Sede. No precisaba quiénes lo hablaron. Parece que ser que el propio mandatario se quejó ante el Sumo Pontífice, y luego las cosas se aclararon:
el Presidente contó que la referencia a la postura de la Iglesia sobre el aborto la mencionó el secretario de Estado de la Santa Sede, el italiano Pietro Parolin, y no Jorge Bergoglio, y a la vez el Vaticano propició la misma información en otro comunicado.
La única duda que quedaba por salvarse es cómo fue ese diálogo entre Fernández y el funcionario del Vaticano. Por eso, hoy La Nación reveló, según fuentes de fuentes de la delegación argentina,
qué respondió el Presidente ante el reclamo de la iglesia católica por la posible presentación de un proyecto de legalización del aborto en la Argentina.
Alberto no sólo no se quedó callado, sino que usó argumentos que viven en el derecho a la vez que en la doctrina religiosa del catolicismo.
"San Agustín y Santo Tomás dicen otra cosa", dijo el jefe de Estado, explicaciones de la materia que dicta en la Facultad de Derecho de la UBA que hacen a la conveniencia jurídica de la despenalización del aborto.