Más problemas para el prestigio del gobierno porteño y para el escándalo por los subtes contaminados en la Ciudad de Buenos Aires:
denuncian que Metrovías contrató a una empresa trucha para medir el asbesto en los trenes para simular "ausencias de contaminación por la presencia de amianto en las instalaciones".
La gestión de
Horacio Rodríguez Larreta viene con problemas graves por esta cuestión, justo cuando
falta muy poco para que se conozca al ganador de la licitación para la continuidad del servicio de subterráneos, pero es improbable que el incidente de las mediciones pueda cambiar el rumbo de la evaluación, según LPO. Allí,
Metrovías -del Grupo Roggio y con apoyo de otras firmas internacionales- estaría peleando cabeza a cabeza con Helport-Keolis, de Eduardo Eurnekian, aunque habría una leve ventaja del titular de Corporación América sobre sus competidores.
El Consejo Profesional de Química (CPQ) impugnó los análisis sobre la presencia de asbesto en el subte que fueron presentados por Metrovías. El informe habría sido utilizado para
"demostrar ausencias de contaminación por la presencia de amianto en las instalaciones", según consta en la denuncia.
En medio de las protestas por la presencia de amiento en algunas líneas de los subterráneos de la Ciudad,
básicamente lo que salió a la luz es que Alimentaria San Martín, una empresa contratada por Metrovías para medir los niveles de contaminación, no contaba con la habilitación para ese tipo de labores y utilizó el sello del Consejo sin autorización.
Meses atrás Metrodelegados cuestionó los resultados de un estudio presentado por Metrovías. Cuando manifestaron sus objeciones ante al Consejo, desde la entidad descubrieron que el análisis había sido mal realizado y que además la empresa que lo llevó a cabo no estaba registrada para ese tipo de investigaciones.
El denunciado es
Mario Ismach y deberá responder
"por los delitos de usurpación de títulos y honores y uso de documento falso". Su empresa Alimentaria San Martín no está autorizada para realizar mediciones sobre la presencia de asbesto -material cancerígeno- en los subtes capitalinos.
En análisis de los procedimientos utilizados por Alimentaria San Martín es lapidario: "
Los protocolos son de una falsedad manifiesta (...) hay intención de defraudar", consideraron desde el Consejo.
"La denuncia debe incluir el análisis penal de las conductas de la empresa concesionaria del servicio público del subte", reclamaron en el texto.
El escrito del CPQ es contundente:
"La empresa concesionaria en su afán de demostrar la inexistencia de dicho contaminante en el aire ambiente ha presentado en diversos expedientes numerosas determinaciones de calidad de aire realizadas".
Desde Metrovías, ensayaron una defensa que, de corroborarse la denuncia, deja pegado al gobierno de Larreta: aseguraron que la
"empresa proveedora está debidamente inscripta en el RELADA (Registro de Laboratorio de Determinaciones Ambientales) dependencia a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
Además, desde la empresa concesionaria también se defendieron, por si faltara algo, con la gestión nacional del ex presidente Mauricio Macri. "Los análisis de calidad de aire realizados por los restantes laboratorios arrojaron resultados similares a los obtenidos por Alimentaria San Martín, ya que en todos los casos los valores se encontraron por debajo de los límites fijados por la normativa.
Estos resultados fueron además corroborados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) a través de sus propias mediciones".