Parecer ser que la única interna que surgió en el seno del oficialismo en torno al golpe de Estado en Bolivia no fue solamente la que hizo temblar a Cambiemos entre el macrismo y la UCR, sino que también hay diferencias y posibles éxodos al interior del PRO. Es que
nada más y nada menos que Jaime Durán Barba salió a pegarle fuerte a la postura del propio Mauricio Macri acerca del derrocamiento de Evo Morales en el país vecino, al sugerir que esa posición implica "jugar a que hay dictaduras buenas y dictaduras malas".
Tras los cuestionamientos múltiples que recibió y recibe el líder PRO por no condenar el golpe de Estado y las masacres que están ocurriendo en Bolivia y hasta saludar el llamado a nuevas elecciones como si nada hubiera ocurrido, el consultor estrella e histórico del macrismo usó su habitual columna en Perfil para opinar sobre el tema: "
Los últimos acontecimientos en Bolivia han provocado una amplia discusión acerca de lo que es un golpe militar. Algunos dicen que cuando los militares ponen a uno de los suyos en el poder eso es un golpe; si ponen a un civil es otra cosa. Otros creen que si los militares deponen a un presidente popular es un golpe, si es impopular no lo es".
"Para ahorrarnos definiciones complejas podemos quedar en que cuando los militares destituyen a un presidente sin tomar directamente el poder eso no es un golpe, sino una palmada.
Quienes defendemos la democracia rechazamos toda intervención militar. Ni golpes, ni palmadas. Solo democracia", enfatizó el ecuatoriano, cuyo distanciamiento con Macri es cada vez más evidente.
Sin embargo, ese rechazo a cualquier tipo de intervención militar y derrocamiento de presidentes constitucionales no fue lo único ni lo más duro que dijo para pegarle a quien fuera su líder político en la Argentina:
Durán Barba fue más lejos al sugerirle a quienes tienen la postura de Macri que "es indispensable que los políticos democráticos dejen de jugar a que hay dictaduras buenas y dictaduras malas".
También se diferenció del discurso del macrismo respecto de la figura de la dictadora
Jeanine Añez y de algunas posiciones públicas de izquierda y derecha en la Argentina en cuanto a que lo que se discute no es si Evo Morales fue un buen o mal presidente.
"El tema de esta nota no es discutir las virtudes o defectos del gobierno de Evo Morales, sino la legitimidad de las intervenciones militares para poner y deponer presidente", remarcó el asesor, y a Añez la llamó
"una señora que se autoproclamó presidenta ante un grupo minoritario de diputados y senadores" y también
"una racista procedente de Santa Cruz".