"Cuidar a la clase media", "emergencia" y "lo menos invasivas posible": los forzados argumentos de Macri para el cepo
Tras mantenerse en silencio varios días, el presidente ensayó un accidentado mea culpa y trató de justificar el cepo cambiario y sus medidas "populistas" ante los empresarios más poderosos del país. "Es una medida que no nos gusta", se atajó, pero explicó que las ejecutó para "llevar alivio día a día" y "cuidar el ahorro de la clase media" pero por "un tiempo limitado".
Después de varios días de silencio ante la aplicación de la medida que tal vez más criticó antes de su Presidencia y durante su mandato, Mauricio Macri habló ante los empresarios más poderosos del país y ensayó un accidentado mea culpa en el que trató de justificar por qué aplicó un cepo cambiario y otro paquete de medidas que anteriormente tildaba de"populistas".
Frente a los empresarios que asistieron a la Cuarta Jornada de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), el líder PRO dijo que el control de cambios "es una medida" que no le "gusta", pero que su Gobierno lo puso en práctica para "cuidar el ahorro de la clase media".
"Nuestro foco es llevar alivio día a día, estabilizando el tipo de cambio para que no siga repercutiendo con más inflación y más pobreza", explicó el Presidente durante su breve discurso en el Sheraton. Y agregó: "Son medidas que no nos gustan y que solo se justifican en la emergencia y durante un tiempo limitado, pero fueron diseñadas para ser lo menos invasivas posible y que no afecten a los ciudadanos de a pie, especialmente a los que perciben ingresos medios y bajos".
En la misma línea, el mandatario sostuvo que con el paquete de medidas que antes criticaba y catalogaba como "populistas", en el que no sólo está incluido el cepo sino también la obligación para las empresas exportadoras de liquidar sus dólares en un plazo límite, su gestión buscó "cuidar el ahorro de la clase media" porque "siempre pone el hombro y siente que no es retribuida como se merece".
"En estos años hemos cometido errores y dado pronósticos que no se cumplieron", confesó la nueva versión de un Macri autocrítico, a la vez que sostuvo que "va a haber tiempo para debatirlos durante la campaña".
En este modo zen, se mostró nuevamente dispuesto a dar pelea tras la paliza de las PASO y hasta dijo que va a hacer propuestas para el electorado: "Explicaremos nuestros aprendizajes y vamos a detallar nuestras propuestas para los próximos cuatro años".
Respecto del diálogo y el vínculo con el peronismo y los espacios opositores, Macri hizo caso omiso a la negación por parte del Frente de Todos de los supuestos contactos con Alberto Fernández que el oficialismo filtró en los últimos días y dijo estar "en
permanente diálogo y contacto con los distintos representantes de los partidos que compiten en las elecciones de octubre".
"La única manera de salir adelante es buscando la paz, sin querer exponernos unos a otros porque, en definitiva, los que salimos perdiendo somos todos los argentinos", remarcó, a pesar de sus constantes ataques a la oposición durante la campaña en los que los acusaba de querer convertir a la Argentina en Venezuela.
Por otro lado, Macri destacó las medidas implementadas por Hernán Lacunza, el ministro de Hacienda, e incluso cuando lo nombró, hubo una ovación por parte de los empresarios presentes y él devolvió el elogio: "Gracias por el apoyo que ha tenido".
Tras repasar el conjunto de medidas, volvió a hacer hincapié en el cepo a la compra de moneda extranjera. "Con estas medidas estamos resguardando el esfuerzo de la clase media. En este marco de incertidumbre, una forma concreta para cuidar los ingresos y los ahorros es que todas las fuerzas políticas demos señales reales que reduzcan la imprevisibilidad", concluyó.