La historia de las "marchas atrás" de la gestión de
Mauricio Macri, una vez culminado su mandato, será seguramente la más larga -valga la redundancia- de la historia. Es que
la profunda mala praxis y el recrudecimiento de la crisis económica y financiera obligó al Gobierno a instalar un tardío cepo y obturar la venta de dólares, con lo cual ahora Juntos por el Cambio analiza "des-reperfilar" la deuda y "pagar, repagar o anticipar" todos los pagos que había defaulteado hace solo cinco días.
El miércoles pasado, el Ejecutivo anunció un decreto a través del que cesaba los pagos a los inversores institucionales del mercado local. Ahora,
tras la salida a la cancha de un cepo forzado por la quema de reservas federales que propició el propio Presidente, analizan dar marcha atrás y cancelar los compromisos vencidos para restituir el cronograma original.
"Hay muchas preguntas respecto al diferimiento de las Lecaps. Y sí, ahora que hay controles de cambio se podría volver a restituir el cronograma original de pagos. Si el sistema financiero o las variables se equilibran, la intención es pagarlas, repagarlas, anticiparlas o ver las alternativas que existen", admitió el secretario de Finanzas,
Santiago Bausili, en el Congreso de la Cámara de Agentes de Bolsa, tal como informó el portal LPO.
¿Cómo se explica? Nada más y nada menos que como otra mala praxis de Macri y "el mejor equipo de los últimos 50 años" basada en la contradicción entre su excesivo ideologismo liberal y las necesidades de pragmatismo que la situación requiere:
la imposición del cepo pone en evidente cuestionamiento al default selectivo anunciado hace cinco días, ya que con un bloqueo parcial a la venta de dólares no habría riesgos de que los pesos disponibles se vayan a billetes verdes.
"Hoy el objetivo número uno es mantener la estabilidad cambiaria y financiera y resguardar a los ahorristas y que esto no impacte en el sistema cambiario. Todo lo demás son prioridades de segundo orden que se van a ir atendiendo a medida que haya capacidad", agregó el funcionario, que es prácticamente la única herencia de la administración de Nicolás Dujovne le dejó a su reemplazante, Hernán Lacunza.
Este "desdefault" deja al descubierto que la actitud de Macri de haber retrasado hasta último momento el control de capitales perjudicó al país, ya que de haber hecho antes la Argentina no hubiera ingresado en cesación de pagos.
Intentando justificar al presidente, Bausili destacó que
"el reperfilamiento impacta solo en la parte de la sociedad que participa en el mercado financiero, mientras que la alternativa del control de cambios impacta en toda la sociedad en su conjunto".
Además, agregó que de haber usado las reservas para pagar los vencimientos incumplidos, "la cantidad de dólares para aguantar la moneda iba a ser muy limitada, entonces hubiera habido altas chances de que eso dispare una corrida contra la moneda".
En este contexto, Bausili puso en duda su participación en el Congreso para explicar el proyecto del reperfilamiento a los legisladores y se mostró escéptico respecto a su aprobación, reflejando la debilidad política del oficialismo.
"Está programado que participemos de una sesión en el Congreso el miércoles. No sé si se va a hacer o no. Creo que primero tiene que haber antes un diálogo entre los miembros de la política para ver si tiene sentido hacerlo o posponerlo", indicó.
