Mientras que
Mauricio Macri y sus funcionarios se esmeran y se esfuerzan, en clave electoral y ante un panorama poco alentador para sus intereses, en decir que "lo peor ya pasó" y que la Argentina ya vive un "repunte" de la crisis, la realidad no para de pegarle baños de realidad al líder PRO.
Por un lado la Secretaría de Trabajo reconoció que en el primer trimestre se perdieron casi 90 mil empleos, mientras que por otro el INDEC informó que en el mismo período los salarios perdieron por goleada con la inflación.
DESEMPLEO Y PERSPECTIVAS DE MÁS DESPIDOS
Los datos de Trabajo, como viene ocurriendo, mostraron resultados destructivos.
En marzo se perdieron 40.600 puestos de trabajo, lo cual significa que
la caída acumulada durante el primer trimestre del año se eleva a 85.600 espacios laborales y que
hay casi 270 mil personas empleadas que un año atrás.
A pesar de que la evidente tendencia pésima para la Argentina viene observándose desde enero de 2018 con la consecuente pérdida de 308.200 empleos, desde el Gobierno siguen negando la catástrofe económica.
"Es una pausa que interrumpió la desaceleración que veníamos viendo, pero que no cambia la tendencia de los últimos meses", subrayó el subsecretario de Desarrollo y Planeamiento Productivo
Bernardo Díaz de Astarloa en la presentación de las cifras, y usó el crecimiento del trabajo en Neuquén y Santa Cruz por el buen desempeño de "Vaca Muerta, la minería y la pesca" como ejemplo.
Los casos celebrados se tratan justamente de los únicos con variación interanual positiva. En las otras 21 provincias -como también en C.A.B.A.- la baja fue una constante llegando al 11% en Tierra del Fuego, al 7,6% en Catamarca y al 6,6% en Chaco. De hecho, incluso en Santa Cruz disminuyó el empleo durante marzo, si se lo calcula en relación al mes anterior.
A nivel de ramas de actividad, el escenario es muy parecido. La Explotación de minas y canteras y la Pesca fueron la excepción de un panorama negro para el conjunto de rubros del sector privado, con el agregado que los peores números se visualizan en las ramas que engloban a la mayor cantidad de trabajadores como Comercio (-3,9%), Industria (-5,8%) y Construcción (-2,3%).
Sucede que los asalariados privados explicaron más de tres cuartas partes de la disminución total de los puestos laborales en relación a marzo del 2018 con una merma de 161.000 vacantes, que no parece que se revertirá a corto plazo.
Por si esta merma del empleo fuera poco para hablar de continuidad en la crisis,
la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza mensualmente el Ministerio de Producción mostró en abril que la cantidad de empresas que estima aumentar los despidos saltó al 6,5%, contra sólo un 5,5% que proyecta contratar personal.
Por su parte, la situación del resto de las modalidades de ocupación no presentó grandes diferencias. La cantidad empleados de casas particulares cayó un 0,3% contra febrero, los autónomos lo hicieron un 1,4%, los trabajadores del sector público bajaron un 0,3% y los monotributistas un 2%.
Los únicos que registraron una evolución positiva fueron los monotributistas sociales con un alza del 4%.
GOLEADA DE LA INFLACIÓN A LOS SUELDOS
En marzo los sueldos volvieron a perder frente a la inflación: en promedio aumentaron el 4%, mientras que la suba de los precios fue del 4,7%. Casi dos puntos sólo en un mes.
Si la medición es
a nivel del primer trimestre de 2019, los salarios cayeron 1,6% frente a la inflación. Es que las remuneraciones aumentaron un 10% en ese lapso, mientras que el IPC anotó un alza del 11,8% entre enero y marzo, según el informó este jueves el INDEC.
Así,
en los últimos 12 meses, el agujero en el bolsillo de los trabajadores es inocultable: se trata de un retroceso salarial real de 11,2%, ya que los sueldos tuvieron un incremento del 37,3% versus una inflación del 54,7%.
Como viene pasando desde hacer varios meses, los trabajadores privados no registrados (“en negro”) fueron los más perjudicados. En marzo, los asalariados informales (“no registrados”) tuvieron un alza salarial del 2,7% y en 12 meses tuvieron un incremento nominal de apenas el 32,6%. En consecuencia, perdieron el 14,3% del poder adquisitivo salarial . Además, en promedio, los asalariados informales ganan menos de la mitad de los que están registrados.