A poco más de un año del (mal) recordado video en que
Mauricio Macri anunció que la Argentina volvía al endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional por unos USD 57 mil millones, con posteriores modificaciones en el acuerdo y los condicionamientos impuestos,
comienza a conocerse cuál será la "pesada herencia" que Cambiemos dejará como consecuencia de su política económica.
En ese sentido, desde hace tiempo, el pago de ese abultado del endeudamiento más grande de la historia nacional es el centro del debate electoral, en lo que parece ser que será un final cabeza a cabeza entre la fórmula de Macri y un acompañante indefinido y la de
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Es que, como pronosticaron diversos especialistas en diálogo con
Política Argentina,
la "pesada herencia" del endeudamiento con el FMI que Macri metió en el país durará unos 10 años o "mucho más".
El ex director del Banco Central
Arnaldo Bocco evaluó que
"no es una respuesta sencilla, porque hay una cantidad de factores que se tienen que dar, que son todos muy fuertes". En ese camino, explicó que
"va a depender de quién gane las elecciones, qué programa aplique, cuál sea el saldo de balanza de pagos y balanza comercial y qué ocurra realmente con el flujo de las exportaciones".
"Hay que ver cuánta confianza produce este Gobierno si para la sangría de la fuga de capitales o el que venga, que tenga efectivamente un manto de confianza con una nueva política económica y le de tranquilidad a aquellos sectores más postergados, sin trabajo o sin actividad, y mejoren los indicadores macro", sintetizó.
"Si eso ocurriese, tal vez el nuevo gobierno se va a replantear el acuerdo con el Fondo para ir a tiempos más extendidos y correrlo a un plazo más lejano. Es casi inevitable una situación de este tipo", afirmó, y opinó que "un frente en que esté el peronismo y otros partidos de la oposición alineados va a encaminarse a un programa de reactivación inmediata".
Finalmente, concluyó que la cosa va para largo y que habrá que buscar "mecanismos de pago alternativos":
"No sé si dos mandatos, pero lo que no ocurra en los primeros dos años no va a pasar más. No hay manera de que se prolongue en el tiempo una renegociación, tiene que ser en el primero o segundo año, porque la Argentina tiene vencimientos por USD 150 mil millones en los próximos cuatro años, porque no puede pagar esa suma en esos años. Aún en un escenario virtuoso la Argentina va a tener que replantearse la relación con los acreedores, va a tener que buscar un mecanismo de pago alternativo".
"Es muy difícil saber cuánto tiempo esto puede llegar a durar. Va para largo, para muy largo. Va para mucho tiempo", sentenció el analista financiero
Christian Buteler consultado por este medio.
Según explicó, "hay que tener en cuenta que el crédito comenzó el año pasado, no pasó la primera revisión y se tuvo que modificar". Luego, ya este año, no se terminaron de "recibir los desembolsos y ya se está hablando de refinanciarlo porque se ve que no va a ser posible cancelarlo en el plazo pacto".
"Argentina no genera los dólares necesarios para poder cancelar ni este crédito ni la inmensa deuda que tiene. Lo más fácil de refinanciar va a ser con el FMI. Vas a cambiar de programa, y obviamente eso viene con algunas otras metas y hay que ver cómo pasa eso por el Congreso. Eso así y todo es más fácil que tener que negociar una refinanciación con los titulares de bonos", concluyó.
Guillermo Nielsen, quien supo ser secretario de Finanzas y hoy es mencionado como posible integrante del equipo del precandidato a presidente Alberto Fernández, pronosticó:
“Tenemos FMI para ocho años más”.
En una entrevista con Ámbito Financiero, criticó fuerte que Macri
“se fue de mambo con la deuda” y alertó, en ese punto, justamente el hecho de que lo que sigue es la "herencia" que quedará de ese error:
“Y todavía no entró en juego devolverle la plata al FMI. Eso va a ser peludo".
“
Haber ido al FMI fue un error muy grande. Tendrían que haber sido mucho más prudente y haber tomado mucho menos deuda y acomodarla. Qué distinta hubiese sido la historia si este gobierno hubiese crecido al 3% todos los años. Tendrían que haberse cuidado más. Expandieron el gasto público. No sabían en qué se estaban metiendo. No entendieron cuál era el rol del Fondo. Es endeudamiento barato pero es control de la economía”, concluyó.
Por otro lado, en una nota con Perfil, el economista y dirigente de Unidad Popular
Claudio Lozano se manifestó en la misma línea y evaluó que al menos
“dos periodos de Gobierno seguro o hasta diez años” Argentina tendrá que encima la pata del FMI.
“El país tiene un conjunto de compromisos acumulados para los próximos años que son impagables, hablamos de un total de deuda de 150 mil millones de dólares”, precisó el ex diputado nacional.
Según juzgó, la reprogramación de esos vencimientos
“dependerá de la relación futura”, es decir del próximo gobienro, porque “el Fondo plantea que están dispuestos a renegociar el programa pero condicionando la política económica”. En esa línea, le
recomendó a la próxima gestión denunciar “el acuerdo ante sus autoridades, que son la ONU” porque el acuerdo es “irregular”. Y sentenció, en el mismo sentido que sostuvo hace unos días
un ex ministro de Grecia que lidió con el organismo: “Jamás podría haber otorgado al país un acuerdo que favorece a la fuga de capitales”.
Según los cálculos de la consultora LCG en base a datos del Ministerio de Hacienda,
el candidato que gane las elecciones deberá decidir cómo afrontar el pago de la suma de USD 156.220 millones durante su mandato, y en primer lugar los USD 22.800 millones que se vencen en 2020. Una verdadera pesada herencia.
Con todo, en tiempos de Macri el FMI ya se mostró receptivo para renegociar la deuda e, incluso, aceptaron que el Banco Central utilice fondos prestados para controlar una posible corrida cambiaria. En medio del proceso electoral y a días de haberse lanzado la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner,
el vocero del FMI, Gerry Rice, no descartó reunirse con el precandidato kirchnerista y aclaró que "no sería inusual".