Con el argumento económico oficial de "disminuir el impacto en los meses de invierno" y la excusa políitca de haber escuchado el "reclamo" de los socios radicales y de la Coalición Cívica,
el gobierno de Mauricio Macri lanzó una clara medida de campaña electoral al anunciar una tramposa postergación disfrazada de "descuento" al tarifazo al gas de 30% que tenía planificado.
Es que
el Ejecutivo decidió amortiguar el impacto del tarifazo del gas en los meses previos a las elecciones y aplicará un descuento del 20% en las facturas de mayo a septiembre, que se pagará a partir del próximo verano cuando el consumo se reduce notablemente.
De esta manera,
la suba queda acotada a un 4% hasta el mes de octubre, siempre y cuando se cumpla la promesa de ajuste del 30% anunciada por Gustavo Lopetegui. "Así podremos dar previsibilidad a las familias sobre sus gastos mensuales", indicaron desde la secretaría de Energía.
La medida de maquillaje del Gobierno salió de la reunión de la Mesa Nacional de Cambiemos, que se hizo este lunes al mediodía en el despacho de
Marcos Peña. De la cumbre en la Casa Rosada participaron el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio y Humberto Schiavoni por el macrismo; Gerardo Morales, Luis Naidenoff, José Cano y Ricardo Colombi por la UCR y Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin por la Coalición Cívica.
Minutos después, como si todo hubiera estado planificado, el Ministerio de Hacienda confirmó que la factura de gas tendrá un descuento del 20% en los meses de invierno.
"Entre mayo y septiembre la factura de gas tendrá un descuento del 20 por ciento. La diferencia se cobrará luego en los meses de verano, a partir de diciembre, cuando el consumo es sensiblemente menor. De esta manera podremos dar previsibilidad a las familias sobre sus gastos mensuales. Los intereses por este diferimiento en el cobro quedarán a cargo del Estado nacional", detallaron.
El comunicado de la mesa nacional de Cambiemos especificó, además, que "se conformó una mesa técnica de trabajo entre los técnicos del Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Energía y (los dirigentes) de Cambiemos" para disponer ese aplanamiento, que fue el primer punto tratado en el encuentro que hoy se realizó en el despacho de Peña.
Los radicales habían reclamado una revisión de las subas de tarifas durante la reunión en Corrientes, en la que emitieron un documento en el que también pidieron apuntalar el consumo y créditos a tasa subsidiada para las Pymes.
La jugada, que intentó realizarse sin éxito en otras oportunidades por la rotunda oposición de las distribuidoras, solo será posible ya que, esta vez, los intereses por este diferimiento en el cobro quedarán a cargo del Estado nacional.
En consecuencia, el Gobierno parece apartarse de la estricta meta fiscal acordada con el Fondo, que de todos modos autoriza un desvío del 0,4% del PBI. El problema es que ya son varias las medidas que apuntan en este sentido y probablemente excedan este límite.
La otra trampa, además de que no se trata de un descuento sino de una postergación con intereses que tendrá que pagar el Estado, es que en plena crisis de las empresas, que cierran una tras otra, Hacienda dejó claro que el plan es sólo para cuentas residenciales y no para firmas y Pymes.