En un mismo día, no todas son malas para el Gobierno por parte de la justicia: es que después del golpe que la Corte Suprema le dio al Ejecutivo con la sentencia de pagarle $15 mil millones a la provincia de San Luis,
se conoció que el máximo tribunal le hizo un favor a Gustavo Arribas, el amigo presidencial "acostumbrado a las trampas" que Mauricio Macri colocó como jefe de los espías, al enterrar definitivamente la causa que lo vinculaba con la corrupción del Lava Jato.
De forma unánime,
Carlos Fernando Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco, Ricardo Luis Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti cerraron definitivamente el frente judicial contra el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), al desestimar el recurso de queja presentado por la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), a cargo de Sergio Rodríguez, en la causa seguida contra Arribas por la presunta recepción ilícita de dinero proveniente del exterior en el marco del "Lava Jato".
Con esto, los supremos dejaron firme el sobreseimiento que había dispuesto, en tiempo casi récord, el juez
Rodolfo Canicoba Corral, a comienzos de 2017. Antes,
Arribas había quedado envuelto en el escándalo del Lava Jato cuando uno de los arrepentidos que sirvió para meter presos a empresarios y políticos en Brasil en la causa Odebrecht denunciara que le había hecho una serie de giros bancarios en el 2013, cuando se definía el soterramiento del ferrocarril Sarmiento.
Según esos testimonios, el "Señor Cinco", como se conoce a los titulares del organismo de espías en la Argentina, había recibido coimas de un “valijero” por casi
USD 600 mil, lo cual lo ponía en el centro de la variante nacional del escándalo de Odebrecht. De ese dinero, Arribas dijo que sólo reconocía una de esas transferencias (que recibió en su cuenta en Suiza en septiembre de 2013) y que era por la venta de un departamento en San Pablo a Atila Reys Silva.
Más tarde, se autodesmintió y dijo que era por la compra de muebles. Luego de que se publicara el caso en el diario La Nación, Elisa "Lilita" Carrió hizo uno de sus shows de rebeldía y fue a la justicia. Allí fue que la causa le cayó a Canicoba Corral, que sobreseyó a Arribas. La PIA apelló y así llegó a la Corte.
Este organismo había pedido ser considerado por parte en el proceso, pero en la Corte consideraron inadmisible su pedido y de este modo beneficiaron a Arribas. Los magistrados consideraron que
“el recurso extraordinario, cuya denegación originó esta queja, es inadmisible”.
Después de Canicoba pero antes que la Corte,
otro que ayudó a Arribas fue el juez federal Claudio Bonadio: en abril de 2018 desvinculó al amigo de Macri del caso Odebrecht al determinar que este no recibió dinero ilegal y ordenó la captura nacional e internacional de Leonardo Meirelles, el arrepentido que en Brasil imputó a detenidos y que, de hecho, también está detenido en ese país.
Curiosamente, el magistrado apodado como "pistolero" que sostiene la causa de los cuadernos a partir de testimonios bajo la figura de "arrepentidos" descreyó de un arrepentido en Brasil para beneficiar a Arribas.
Asimismo, el polémico juez pidió en esa oportunidad investigar a los fiscales
Federico Delgado y Sergio Rodríguez, a los que acusó de "abuso de autoridad" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
