En un nuevo intento de doblegar a la
Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), el Ministerio de Trabajo resolvió una "consulta" de Metrovías en tiempo récord y la giró al Banco Central, que
prohibió a todos los Bancos realizar débitos automáticos dirigidos a ese sindicato por no tener personería gremial. A esto se suma el aporte compulsivo, aprobado en paritaria, del 1% de todos los sueldos para la UTA, que tiene personería pero no es representativo de los trabajadores.
La decisión preocupa porque puede hacerse extensiva a todos los gremios que no cuenten con la personería gremial.
Según denunció el abogado laboralista Guillermo Gianibelli,
el Ministerio de Trabajo recibió una "consulta" por parte de Metrovías, que maneja el subte porteño, resolvió rápidamente y giró la orden al Banco Central que "emitió una Circular destinada a todos los bancos del sistema comunicando que “bajo ningún concepto” las entidades bancarias pueden autorizar débitos de las cuentas de sus clientes que estén destinados a asociaciones sindicales".
Lo llamativo es que Metrovías consultó por los débitos que los Bancos realizan de la cuenta sueldo de los trabajadores como cuota sindical a favor de la AGTSyP, siendo que la empresa no puede intervenir en esos aportes.
"Lo que hay es una demostración más de la decisión estatal de arrasar con una experiencia sindical inédita, la que constituye un ejercicio permanente y eficaz de representación, en este caso de los trabajadores del Subte", alertó el abogado.
La decisión atenta contra la libertad de cualquier persona de decidir qué debitos realizar desde su cuenta, como a la Cruz Roja, el pago de celular o la afilación a un sindicato.
A esto se suma que, con la paritaria, se resolvió que todos los trabajadores del subte -incluso los no afiliados- deben aportar un 1% de su sueldo a la UTA, gremio con personería pero que no es representativo.
En abril, la UTA cerró una paritaria del 15,2% en tres cuotas y allí comenzaron los problemas. Los metrodelegados comenzaron medidas de fuerza para que se reabra la negociación y el Gobierno hizo oídos sordos, suspendió y despidió trabajadores, los reprimió en los túneles y ahora les quita el aporte de sus afiliados.