A pesar del oscilante apoyo que el sector empresarial suele brindar al proyecto de Cambiemos y mientras este último se encuentra atravesando una nítida crisis política y económica generada en torno a las tarifas de servicios públicos y el anuncio de la vuelta al endeudamiento con el FMI,
dos importantes CEOs que acostumbran alinearse con las opiniones del gobierno nacional tiraron sobre la mesa un duro diagnóstico para el 2018 de Mauricio Macri.
Se trata nada más y nada menos que del CEO de Techint, Paolo Rocca; y el creador del Nordelta, dueño de Consultatio Financial Services (CFS) y fundador del Malba; que, respectivamente, pronosticaron para 2018 "un año difícil" de "noticias no buenas" y exigieron al Gobierno un nuevo "programa técnico" para la economía.
"
Los males de la Argentina son endémicos y estructurales. Es un país que tiene unos 75 años de inflación, un alto porcentaje de evasión tributaria, un elevado nivel de corrupción, falta de efectividad de la justicia, es decir,
una serie de cosas que sólo se puede corregir a mediano y largo plazo con un acuerdo que trascienda el gobierno de turno", afirmó Constantini en diálogo con radio Mitre en lo que se leyó como un panorama general del país.
Sin embargo, luego se refirió a la gestión Cambiemos específicamente y
dejó ver que, en su opinión, Macri carece de un plan económico claro. En ese sentido, apuntó contra diversos factores, pero uno de las más importantes a su criterio es el del sector externo, al que definió como
"totalmente fuera de línea".
"Ya no tenemos el financiamiento del año pasado, ahora nos van a prestar menos y a un costo más elevado", diagnosticó como consecuencia del problema externo, y agregó: "Por ejemplo, en los últimos dos años se gastaron 42.000 millones de dólares en atesoramiento y unos 22.000 millones en turismo".
Respecto de las consecuencias de la devaluación producto de la crisis cambiaria de hace unas semanas,
Costantini adelantó que la inflación se ubicará cerca de un 30%, el doble de la meta oficial de 15%. "De la convertibilidad hasta hoy el dólar paso de 1 a 25, es decir que hemos perdido el 95% del valor de nuestra moneda y eso hace que la gente ahorre en dólares y los empresarios dejen de invertir", explicó.
Tras ese diagnóstico, exigió al Gobierno y la oposición un consenso para la elaboración de un programa económico alternativo al impulsado actualmente por Macri: "
Ahora que estos males ya son un hecho hay que hacer un programa técnico que contemple el distinto comportamiento de los precios para que no se espiralicen tanto. Tenemos que tener una política de ingresos, decidir qué pasa con los agregados monetarios y definir cuáles son los precios relativos que vamos a tener ahora. Por ejemplo, la nafta, las retenciones, los alimentos, el valor del dólar, los convenios colectivos de trabajo y la tasa de interés. En este rompecabezas hay que poner las piezas de forma tal que este plan cierre y sea consistente".
Por otro lado, Rocca, empresario al que el líder PRO incluso acompañó en 2016 a los Estados Unidos para volcar inversiones en dólares en el país del norte, le pidió al jefe de Estado
"volver a un equilibrio macroeconómico más rápidamente de lo que pensaba" y vislumbró un pronóstico oscuro para el Gobierno en lo que queda del año.
"2018 no será un buen año para Argentina. Será un año difícil en el que habrá que dar algunas noticias no buenas porque hay que recuperar el equilibrio", argumentó el poderoso CEO de Techint en una entrevista con La Nación.
Consultado respecto de los positivos augurios que Techint había señalado anteriormente para este año, Rocca afirmó que "las condiciones" son "las mismas", pero que la cuestión es si los "inversores" financian o piden acelerar el ajuste.
"
Creo que las condiciones que se crearon con el cambio de administración siguen siendo sustancialmente la mismas. El proyecto de transformación del país, que empezó hace dos años y medio, tenía y sigue teniendo una visión de largo plazo de la Argentina que es, a mi juicio, racional y positiva, y sobre la cual se pueden construir proyectos de inversión muy grandes. El tema es que la Argentina tiene que poder lograr un equilibrio macroeconómico entre su balanza comercial, la balanza de pagos y el gasto público.
El camino está marcado también por la disponibilidad de los inversores a sostener o financiar este margen de ajuste, la velocidad del ajuste", concluyó.
