Foto: Luisa Magdalena Fotografía
El debate sobre el proyecto de
aborto legal, seguro y gratuito comenzó hoy en la
Cámara de Diputados con una primera audiencia pública con
16 expositores a favor y 16 en contra.
Especialistas, abogados, periodistas y actrices destacaron que debería ser un tema de salud pública que no puede ser mantenida en la clandestinidad.
En ese sentido, la actriz Verónica Llinás fue contundente:
"El aborto existe y mantenerlo en la clandestinidad no es la solución". "Según la OMS, uno de cada cuatro abortos es inseguro, puede dejar secuelas psíquicas y físicas e incluso llevar a la muerte. Esto es una realidad, más allá de nuestras opiniones", sentenció la reconocida actriz.
Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Nelly Minyersky, exigió a los diputados que “pasen a la historia” ya que “la igualdad ante la ley es igualdad ante la vida, y eso supone la legalización del aborto".
De igual manera, Marta Alanis de la Asociación Católicas y Feministas por el Derecho a Decidir insistió en que el debate no es una cuestión de fe.
"Estamos a favor de la legalización del aborto porque las católicas también abortamos”, indicó. Y destacó, por último, que
"hay que despojarse de las creencias personales a la hora de legislar y garantizar los derechos de las mujeres".
Los especialistas en derecho hicieron hincapié en los tratados y leyes internacionales para defender la despenalización del aborto. Así lo hizo el abogado Andrés Gil Domínguez, quien explicó que “desde el punto de vista constitucional no existe ningún impedimento para incorporar el aborto por plazos". Y agregó:
"Desde el punto de vista convencional tampoco hay algún impedimento, por el contrario hay recomendaciones al Estado argentino sobre despenalizar, por ejemplo el Comité de los Derechos del Niño".
Por su parte, Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS, interpeló el argumento de si se debe considera un ser humano al embrión y explicó:
"El argumento que el embrión es persona y es sujeto de derechos humanos no tiene sustento en el sistema internacional de Derechos Humanos".
En la misma línea, el abogado Marcelo Alegre, profesor titular regular de Teoría General del Derecho y Filosofía en la Facultad de Derecho de la UBA, insistió:
“Ni la Constitución ni los tratados exigen criminalizar el aborto" y agregó:
"Todos queremos que se produzcan menos abortos. Tenemos que resolver cuál es el camino más eficaz".
Luego fue el turno de los especialistas en medicina se hizo foco en la ilegalidad del aborto como una problemática de salud que aumenta los índices de mortalidad materna, en tanto empuja a las mujeres a prácticas que ponen en riesgo su vida.
"Desde la recuperación de la democracia han muerto 3030 mujeres por abortos inseguros clandestinos", afirmó la médica e investigadora del Cedes Mariana Romero.
Leonardo Caruana, secretario de Salud Pública de Rosario, destacó:
"El impacto del acceso a anticonceptivos más el acceso a abortos seguros por salud integral ha dado como resultado cero muertes por abortos inseguros desde el 2012 en Rosario".
La socióloga e historiadora Dora Barrancos remarcó que hay “una auténtica diferencia de clases que ha dividido a las mujeres” ya que “para las clases medias y altas el aborto se hizo con todas las garantías sanitarias y para nuestras mujeres de los sectores populares pagaron con sus vidas esas decisiones”.
"Me encuentro entre quienes defienden el derecho al aborto legal para separar el disfrute sexual de la reproducción. Es un derecho humano fundamental", subrayó al sentar su posición.
Quien también se hizo presente fue el periodista Luis Novaresio, que se cruzó fuertemente con la presidente de la comisión Carmen Polledo, quien había adelantado su postura en contra de la despenalización del aborto.
“Carmen, no puede dejar que las mujeres se sigan muriendo. No puede imponerle al resto de las mujeres una posición ideológica. No puede seguir favoreciendo que las mujeres ricas accedan al misoptrosol y las pobres a la rama del perejil. No puede obligar a los que pensamos distinto a vivir en un sistema teocrático”, criticó.